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Leer en la cama es una actividad que aunque es frecuente entre las personas, ha sido mal vista desde hace varios años por una insólita razón.
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Durante los últimos años ha resonado la advertencia de no leer en la cama, o antes de intentar conciliar el sueño. Sobre todo si es en un smartphone o tablet.
Esto por los riesgos que puede provocar a la salud, tales como dolores y contusiones en el cuello, o columna de acuerdo con la postura que se tome.
Sin embargo, el hecho de mezclar el tiempo de lectura con cama está mal visto desde hace mucho tiempo atrás y existe una razón que habría generado este pensamiento.
En un estudio publicado hace más de un siglo en el Manchester Guardian, el doctor Hugo Feilchenfeld de Berlín señalaba que leer en la cama era el camino más corto para acabar con nuestra vista.
El doctor alemán se basaba en que la luz muy raramente era suficiente para no forzar la vista, ya que la fuente solía ser una vela.
Por otra parte, un artículo publicado en "The Atlantic" menciona que la razón de este tabú es porque en aquella época solo era de velas y candelabros, por lo que era más probable que el lector se quedara dormido, y por ende, consumido por las llamas.
En conclusión, más que ser un verdadero peligro, se trata de una alarma infundada del sensacionalismo de la época, de acuerdo con la escritora y profesora Nika Mavrody, de la Universidad de Berlín.
