El nuevo caso de corrupción por decenas de sobornos a distintos diputados durante el gobierno del Partido Patriota cuenta con el testimonio de uno de ellos para incriminarlos.
Se trata de Edgar Cristiani, quien fue uno de los diputados con más influencia de la bancada oficial antes de ser capturado por solicitud del Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Cristiani se encuentra implicado en otros dos casos de corrupción y no solo en este reciente. En el primero se le acusa de contratar plazas fantasma dentro del Congreso y el segundo, también, es por el mismo señalamiento pero en el Registro de Información Catastral (RIC).
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La declaración testimonial de este excongresista figura dentro de las solicitudes de antejuicio contra ocho diputados y el ministro de Economía, Acisclo Valladares.
El MP y la CICIG también cuenta con los testimonios de agentes de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS), declaraciones de asistentes de Roxana Baldetti, chats extraídos del teléfono de la entonces vicepresidenta, facturas, fotografías y otros documentos financieros.
De acuerdo con esta investigación, los diputados recibieron sobornos llamados "champurradas" que equivalían a 50 mil quetzales mensuales a cambio de aprobar la Ley de Telecomunicaciones que beneficiaba al sector telefónico.
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Ese dinero también sirvió para que los diputados eligieran a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los magistrados de Salas de Apelaciones, funcionarios que actualmente ejercen sus cargos. De igual forma, se logró elegir en ese entonces al jefe de la Contraloría General de Cuentas (CGC), Carlos Mencos.
La coimas eran coordinadas por Baldetti. Ella entregaba ese dinero a diputados llamados "Jefes de Línea" o "Brochas", quienes a la vez repartían el dinero con otros parlamentarios, de acuerdo con la CICIG. Uno de esos Jefes de Línea era el mismo Cristiani.
