El expresidente del Congreso, Pedro Muadi, reaccionó a la sentencia emitida en su contra de 30 años y 8 meses de prisión por la contratación de plazas fantasma durante su gestión.
Visiblemente molesto expresó de la condena: "Es ridícula". Y se preguntó: "¿A quién maté, a quién maté? ¿A caso son delitos de sangre para que me condenan por 30 años?", cuestionó.
El exdiputado fue sentenciado peculado por sustracción, asociación ilícita y lavado de dinero. Muadi cuestionó que no fue "un delito de sangre", que si él hubiera cometido un asesinato le darían menos años al condenarlo, "es ridículo".
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El juicio
De acuerdo con las pruebas que presentó la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), el condenado utilizó a la empresa Productos, Servicios y Equipos para recibir el dinero sustraído del Congreso que asciende a 4 millones de quetzales (Q4,000.000).
Él es el accionista mayoritario y tenía firma para girar cheques.
La modalidad para desfalcar al Congreso fue que con ayuda de su asistente y mandataria de la empresa, Claudia María Bolaños, le dijo al personal de su sociedad que les pagaría extra. Pero, en realidad utilizó sus nombres para contratarlos en el Organismo Legislativo y al trabajar en su empresa no se presentaban a laborar al Congreso.
La asistente de Maudi también tenía plaza doble.
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