La vicepresidenta electa, Karin Herrera, alertó de un posible caso en su contra con el que, según ella, pretenden criminalizarla.
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"He recibido noticias que han armando una trama con la que pretenden criminalizarme con relación al caso de la Universidad pública", manifestó la vicepresidenta electa, Karin Herrera, a través de sus redes sociales.
La compañera de fórmula de Bernardo Arévalo, fue electa por el Movimiento Semilla el pasado 20 de agosto durante la segunda vuelta electoral.
Luego, el Ministerio Público (MP) inició una serie de acciones en contra del partido político y, más tarde, contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que los llevó al extremo de violentar las cajas electoral que resguardan el voto de los ciudadanos.
Esta situación provocó una crisis política en Guatemala que ha ocasionado por séptimo día consecutivo manifestaciones y bloqueos en diferentes puntos del país.
Ahora, Herrera compartió su acreditación que incluye el Acuerdo 1659-2023 y recordó: "Antes de un proceso penal en mi contra se debe conocer una solicitud de antejuicio, previo a iniciar una investigación, debido a que la inmunidad es un privilegio del cargo".
"Valga decir, que NO estuve involucrada en lo que pretenden incriminarme", dijo en su cuenta oficial de X (Twitter).
La vicepresidenta electa se graduó de Bióloga Química en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Luego cursó una maestría en estudios ambientales en la Universidad del Valle y posteriormente obtuvo un doctorado de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Es catedrática universitaria y, a pesar de que durante casi toda su vida estuvo alejada de la participación política, en 2015 fue electa como representante del Colegio de Farmacéuticos y Químicos de Guatemala (Cofaqui) ante el Consejo Superior Universitario (CSU) de la Usac y comenzó a tener relación con más personas de diversas posiciones ideológicas.
Ello la llevó a participar en las manifestaciones en contra de los actos corruptos cometidos por el entonces binomio presidencial, Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, y luego en la lucha académica dentro de la Usac en contra de Walter Mazariegos, quien fue electo como rector de una manera irregular.