Un estudio de la guatemalteca Astrid Arriaza fue publicado en “BioMed Central”, una editorial científica británica especializada en Salud, Población y Nutrición.
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La investigación llamada “La tendencia en la estatura media de las mujeres guatemaltecas nacidas entre 1945 y 1995: un siglo atrás” habla de la estatura adulta como un indicador acumulativo del nivel de vida, con una estatura media que aumenta con un mayor nivel socioeconómico.
Soy502 conversó con la científica nacional para compartir acerca de su importante aporte.
La salubrista y demógrafa explicó que: "El artículo identifica la 'velocidad' con la que ha aumentado la talla de las mujeres en Guatemala desde 1945 a 1995, diferenciando entre mujeres indígenas y no indígenas, para saber qué condiciones socioeconómicas se relacionan con el aumento de la talla. El Resultado: El aumento de la talla es bastante reducido para ambos grupos de mujeres, pero el ritmo de cambio ha sido más acelerado para mujeres indígenas que para no indígenas, también hay diferencias socioeconómicas: las mujeres más pobres y en el área del sur occidente son las más bajas de Guatemala".
Astrid estudió química farmacéutica en la Universidad del Valle de Guatemala UVG, luego salud pública en la Universidad Rafael Landívar URL e hizo una maestría y un doctorado, ambos en demografía en la Universidad de Southampton, en Inglaterra, a través de la beca Chevening y con esfuerzo de su familia, trasladándose un 25 de septiembre de 2015.
Acerca de cómo inició en esta profesión contó:
"He trabajado como farmacéutica en el Ministerio de Salud Pública y haciendo investigación en Guatemala y Reino Unido, desde que era pequeña, en primaria, me gustaba las ciencias sociales, las ciencias naturales y las artes plásticas, en el colegio Belga donde estudié primaria, había un laboratorio de biología en el sótano, su ubicación y sus muestras me llamaban la atención, allí tuve una maestra que siempre incentivó mi potencial, el colegio estaba enfocado en conocer la situación del país y mi familia siempre fue cercana a las obras sociales, luego estudié en La Asunción y las clases de química eran fabulosas, siempre imaginé trabajar donde pudiera aplicar la ciencia y ayudar a los demás".
"Mi interés por la investigación continuó en la universidad, la carrera que estudié es técnica y desde la licenciatura leía muchos artículos académicos, a esto quería dedicarme, mi familia creía que vivía en las nubes".
"Al conocer opciones realistas y sin alejarme de mi familia elegí estudiar temas relacionados con salud pública, ciencias sociales y demografía, conocí a guatemaltecos que se dedicaban a la investigación e instituciones que me dieran la oportunidad, una de ellas fue el INCAP, donde hay un grupo dedicado a estudiar desnutrición crónica, crecimiento y desarrollo en niños en Guatemala, al regresar de la maestría en Inglaterra, me apoyaron para continuar haciendo investigación, pensé que mi futuro en la rama no continuaría, pero ellos me abrieron las puertas", contó.
Acerca de su iniciativa para enviar su investigación en la revista británica dijo:
"Al contar con apoyo de Universidad de Colorado, era posible publicar en una revista internacional, la institución educativa cuenta con un proyecto en Guatemala junto con INCAP, para que ésta tuviera relevancia valía la pena publicarla en un sitio de 'Open Access' (acceso abierto), además es requisito publicar en estos sitios para llegar a una carrera en la academia, que es lo que perseguía".
Acerca del tiempo que le llevó realizar la investigación dijo:
"Fue considerablemente rápido, de 5 a 6 meses, tener el articulo listo demoró más tiempo, al terminarlo busqué una revista muy conocida en el área de salud global, pero el proceso editorial se tardó. Es complicado que los revisores acepten un artículo, tardaron más de dos años para leerlo, con la pandemia se atrasaron aún más, así que lo envié a otra revista de la misma editorial donde lo aceptaron".
"El motivo por el que el título incluye la frase: 'un siglo atrás' es porque el promedio de la talla de las mujeres en Guatemala en 1995 es similar al promedio de la talla de una mujeres en Colombia que nacieron a principios de 1900". aseguró.
Para Arriaza, que una investigadora nacional aporte nuevos datos científicos en esta editorial significa una gran visibilidad en la rama.
"Hay varios guatemaltecos publicando y dedicados a la investigación, he encontrado artículos en revistas internacionales anterior a los años 70 y seguro hay de años anteriores, cada vez se visibiliza más, hay editoriales en la región y también peer-review (revisión por pares) internacionales. Esto es bueno, pues fomenta la pasión por la investigación, una rama muy importante, muchos amigos de la UVG se fueron del país para dedicarse a ello. Por otro lado, no todo se logra publicar y los procesos para lograrlo, así como el tipo de redacción, varían según las disciplinas".
Su consejo para lograr cosas grandes
"Los procesos investigativos, desde su diseño, hasta la publicación, requieren mucha paciencia, pues hay que esperar mucho tiempo y ser capaz de sobreponerse a los duros comentarios, no perder el ímpetu y leer mucho".
Conoce la investigación aquí.