Esta semana comienza el censo nacional de población y vivienda. Estarán participando 14 mil censistas. Ellos visitarán todos los hogares del país. Estemos atentos y abrámosles la puerta con entusiasmo, para que la información que se recabe sea lo más confiable posible.
“¿Y para qué sirve un censo, hijo?”, preguntó doña Juanita a su hijo Marvin que estudia en tercer grado. Afortunadamente el profe César le explicó a él y sus compañeros la utilidad e importancia del censo. Necesitamos saber cuántos somos, qué hacemos y qué necesidades tenemos, para orientar de mejor forma las acciones de las instituciones y programas gubernamentales.
Desde hace 16 años no se ha realizado un censo poblacional, ya que el anterior se realizó en 2002. La información sobre cuántos somos y qué características tenemos es básica para formular políticas públicas que atiendan realmente las necesidades de los guatemaltecos y para determinar algunos temas institucionales como el número de escuelas y maestros que se necesitan, así como los policías que requiere nuestro país para brindar la seguridad en las comunidades.
La logística de un censo es compleja, además de los censistas que llenan las encuestas, también hay supervisores, coordinadores municipales y coordinadores departamentales. Durante varios meses un equipo realizó los preparativos para estar listos y llegar a cada rincón del país, se capacitó a muchas personas y se imprimieron las boletas que deberán llenarse en cada hogar.
La boleta censal incluye la localización geográfica de la familia, consigna las condiciones de la vivienda y recoge las características del hogar y las personas que lo componen, incluyendo escolaridad, condición laboral, uso de las tecnologías de la información y migración interna e internacional, entre otros. Se espera la entrevista dure alrededor de 50 minutos, y puede realizarse en la puerta del hogar; se espera que el censista sea atendido por la jefa o jefe del hogar, aunque en su ausencia podría responder una persona de 15 años o más que se encuentre presente.
Es importante tomar en cuenta que la información recabada por el censista no puede ser divulgada, ni pueden hacerse preguntas que no estén en la boleta censal. Tampoco pueden promoverse discusiones de carácter religioso, político o de temas ajenos al censo. Al concluir la etapa de recabar la información, el INE deberá procesar los resultados y elaborar el informe.
En conclusión, el censo es importante: apoyémoslo y contribuyamos para su éxito. A todos nos conviene que la información sea verídica para tomar mejores decisiones e impulsar acciones y programas que beneficien realmente a los habitantes de cada municipio de nuestro país.
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