Ante las caídas históricas de los precios del petróleo y los mercados bursátiles, el presidente del Banco de Guatemala (Banguat) y la Junta Monetaria, Sergio Recinos, prefiere conservar la cabeza fría. La reducción en las perspectivas de crecimiento ya se veía venir, argumenta. Si la epidemia del coronavirus se contiene, añade, los daños no serán considerables. ¿Medidas a tomar? Por ahora, explica, las principales decisiones corresponden a las autoridades sanitarias.
Aquí las respuestas de Recinos a las interrogantes de Soy502.
¿Qué efectos puede tener para Guatemala la caída del precio del petróleo, más allá del ahorro en combustible?
"El crecimiento de la economía mundial se moderó en 2019, cuando registró el nivel más bajo desde la crisis económica y financiera mundial de 2008-2009. En este contexto, el surgimiento y propagación del coronavirus plantea desafíos para la recuperación del crecimiento económico. De hecho, diversos organismos financieros internacionales ya anunciaron una reducción de sus perspectivas de crecimiento de la actividad económica mundial para el presente año, a una tasa de crecimiento que podría ser aún menor que la de 2019. En los mercados accionarios ya se ha visto una reducción en la valorización de las acciones de algunas empresas, ante la expectativa que pudieran interrumpirse las cadenas de suministro globales. Probablemente se dé más volatilidad en dichos mercados en los próximos días o meses".
¿Qué impactos se pueden prever en el sector exportador y el energético?
"El deterioro del crecimiento económico mundial estaría ocasionado, principalmente, por una marcada desaceleración en la República Popular China, que representa una porción importante de la economía mundial, pero que tiene una participación muy pequeña en las exportaciones guatemaltecas (1.7% a diciembre de 2019)".
"Aunque se prevé un deterioro de las perspectivas económicas para algunos de los principales socios comerciales de Guatemala, como los Estados Unidos de América, México y la Zona del Euro, con base en la información disponible a la fecha, la reducción no sería tan pronunciada. Por lo tanto, aunque la demanda externa podría ser menor que la prevista, por el momento no se proyecta una reducción considerable en las exportaciones".
"No obstante lo anterior, dichas perspectivas podrían cambiar en la medida en que la propagación de esta enfermedad se intensifique en otras regiones importantes para la economía guatemalteca o se evidencien mayores interrupciones a las cadenas de suministros mundiales".
¿Hay riesgos para el sistema financiero por proyectos energéticos que pudieran verse en problemas ante el desplome del crudo?
"En Guatemala, según las cifras que publicó la Superintendencia de Bancos para enero de 2020, el patrimonio computable del sistema bancario fue de 15.6% de los activos ponderados por riesgo. Esto es mayor que el mínimo requerido en la legislación vigente (10.0%), el cual es congruente con los estándares internacionales. En ese contexto, el sistema financiero cuenta con los recursos necesarios para enfrentar diversos tipos de choques".
"Además, a la misma fecha, la cartera crediticia destinada a actividades de electricidad, gas y agua representó únicamente 6.9% del total. Las empresas dedicadas a la exploración y explotación de petróleo en el país son de capital extranjero, que suelen financiarse en los mercados financieros internacionales, no en el local".
¿Qué medidas recomienda el Banguat para enfrentar la situación actual?
"Es necesario reforzar los sistemas de salud y prevención, por lo que sería importante que las autoridades de salud y fiscales evalúen los espacios presupuestarios para atender una posible emergencia sanitaria".
¿Es comparable la situación que tenemos hoy a la crisis del 2008?
"No. La crisis económica y financiera mundial de 2008 se desencadenó por problemas en el mercado de crédito hipotecario estadounidense, en un contexto en el que el sistema financiero de ese país enfrentaba diversas vulnerabilidades. Esto restringió la liquidez y provocó interrupciones en el funcionamiento adecuado del sistema financiero que tuvieron efectos de retroalimentación con la economía de ese país y del resto del mundo".
"El coronavirus, en cambio, provoca un choque directo a la economía, tanto por el lado de la oferta, según se ha evidenciado en las interrupciones a las cadenas de suministros mundiales, como por el lado de la demanda, debido a que las medidas implementadas para contener la epidemia y el temor ocasionado por la misma han retrasado las decisiones de gasto de los hogares y las empresas. Adicionalmente, los acontecimientos actuales ocurren en un contexto en el que los sistemas financieros a nivel mundial son más resilentes que en el pasado, debido a que las lecciones aprendidas en la crisis obligaron a los reguladores a realizar transformaciones profundas en su funcionamiento y la manera en la que gestionan los riesgos; sin embargo, no se descarta que podría haber consecuencias sobre la solvencia del sistema financiero en algunos países, dependiendo de la magnitud con la que este fenómeno afecte la producción".
En EE.UU. se están considerando medidas de alivio fiscal y asistencia social para paliar la crisis. ¿Algo similar se podría hacer aquí?
"En principio, esta es competencia estricta de las autoridades fiscales; sin embargo, consideramos que, por el momento, medidas de este tipo habría que analizarse con detenimiento. El gasto que se efectúe para atender una situación como el coronavirus no debería ser un gasto recurrente o una medida de estímulo que se extienda más allá de lo que pudiera durar un problema de esta naturaleza. En Guatemala, lamentablemente el espacio fiscal es muy reducido".