Un migrante guatemalteco es acusado de prenderle fuego a una mujer cuando dormía dentro del metro de Brooklyn, en Nueva York, Estados Unidos (EE.UU.).
EN CONTEXTO: El video de mujer atacada por guatemalteco en el metro de Nueva York
El presunto agresor fue identificado como Sebastián Zapeta, un guatemalteco de 33 años que viajó de manera ilegal hacia EE.UU.
Tras el ataque han surgido varios detalles sobre el guatemalteco. Según su compañero de habitación, Zapeta era alcohólico y consumía sin parar K2, una droga sintética que se asemeja a la marihuana.
El guatemalteco residía en el refugio para hombres Samaritan Village Forbell ubicado en el este de Nueva York y solía compartir con su compañero de habitación, Raymont Robinson, quien reveló que antes del incidente, Zapeta únicamente indicó que saldría a realizar su recorrido normal.
"Fumaba K2, bebía y se descontrolaba. Hablaba solo cuando estaba drogado, pero nunca le hizo daño a nadie ni a sí mismo", detalló Robinson en una entrevista con el The Post, replicada por AOL.
Video previo al crimen
En tanto, en las redes sociales circula un video de Zapeta en el que se le observa alcoholizado y hablando solo dentro del metro de Nueva York. Además, asegura que, a pesar de que le gusta beber, no molesta a nadie.
"Yo tomo mi cerveza y yo vivo lo que yo soy, mientras que no molesto a nadie. No molesto a nadie, ¿por qué la put** gente tiene problema conmigo? Ese es el problema ¡Vale verg**!", se le escucha decir en el video.
Según medios locales, las imágenes fueron compartidas por Zapeta en sus redes sociales días antes de cometer el crimen en contra de la mujer que fue incendiada viva mientras dormía en el metro.
El guatemalteco, ahora en la cárcel sin derecho a fianza. Está señalado de cometer los delitos de asesinato en primer y segundo grado e incendio provocado en primer grado. Podría enfrentar la pena máxima.
Aunque el señalado indicó que no recuerda nada porque consume mucho licor, el fiscal adjunto de distrito Ari Rosenberg dijo que en un video se ve a Zapeta-Calil avivando las llamas y sentándose tranquilamente en un banco mientras la víctima se quemaba dentro del metro.
En su defensa, Robinson indicó: "Hablaba con gente imaginaria, pero era inofensivo. Bueno, yo creía que lo era. Era un tipo agradable, tranquilo y reservado".