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Los enigmas de El Mirador: crónica de una caminata entre la selva

  • Por Fredy Hernández
11 de diciembre de 2017, 05:00

La inmensidad de la selva en Petén aún contiene tesoros escondidos debajo de montañas de tierra y árboles que desde hace cientos de años se apoderaron de las principales ciudades mayas que dominaron ese territorio.

Uno de esos lugares más enigmáticos es el complejo arqueológico El Mirador, el cual se encuentra al norte del departamento más grande del país, a unos 15 kilómetros de la frontera con México.

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Este parque nacional es reconocido por tener entre sus atractivos La Danta, la pirámide más grande del mundo maya. Sin embargo, llegar hasta ese lugar requiere de un gran esfuerzo por parte de los amantes del trekking.

Soy502, con el apoyo del Instituto Guatemalteco de Turismo, llevó sus cámaras para conocer este lugar por medio de una aventura que incluyó viajar por diversos medios de transporte desde la partida de la ciudad de Guatemala, hasta llegar a Carmelita, la última comunidad en el norte de Petén.

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La aventura comenzó un martes a las 2:40 de la mañana para preparar los últimos detalles antes de llegar al aeropuerto La Aurora a las 4:00 a.m. Luego de la revisión, el avión partió hacia Flores dos horas más tarde en un vuelo que duró cerca de 45 minutos.

A partir de ese punto, se viajan cerca de tres horas hacia la comunidad Carmelita, pero antes de llegar a ese lugar se deben cruzar grandes extensiones de bosque y caminos de terracería, pasar dos garitas de control y disfrutar de los paisajes.

Al llegar a la comunidad, se debe contratar el servicio de guía, cocinera, un encargado de mulas para equipaje liviano y un arriero que las lleve con el equipaje más pesado, aunque también puede hacerse sin la ayuda de estos animales, pero requiere de mucho esfuerzo para cargar todo sobre la espalda.

Toma en cuenta llevar frutas, semillas, barras de energía, suficiente agua, repelente contra mosquitos, pantalones para caminar que no sea de lona, botas, linterna y, si cabe en tu maleta, una almohada para dormir, ya que se duerme en carpas.

El primer día debes caminar 17.5 kilómetros desde Carmelita a El Tintal, donde se encuentra el primer campamento. Lo mejor es partir antes del mediodía para observar el atardecer en el complejo arqueológico que se encuentra en ese sitio.

Si vas de enero a principios de mayo, podrás encontrar un camino muy accesible, pero en la época de lluvia el fango puede llegarte hasta la cintura. En esta ocasión, había tramos secos, pero algunos con lodo que llegaba hasta los tobillos.

Si piensas llevar dispositivos móviles, es mejor que tengas una batería para cargarlos, ya que no tendrás contacto con la energía eléctrica por tres o cinco días, depende del recorrido que desees realizar.

El trayecto dura cerca de siete horas, depende del paso del grupo con un descanso prolongado en La Florida, que también sirve como sitio de campamento para quienes vuelven del recorrido de cinco días.

La estación La Florida es un punto para tomar un descanso tras varias horas de caminata hacia El Tintal. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)
La estación La Florida es un punto para tomar un descanso tras varias horas de caminata hacia El Tintal. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

Llegar a El Tintal es como sentir la gloria, te sientes emocionado de encontrar a otras personas luego de varias horas de estar rodeado de árboles. Las aves y algunos mamíferos hacen un poco más ameno el camino.

Tras tomar una ducha, cenar, platicar las experiencias del primer día y dormir, el recorrido del segundo día debe empezar lo más temprano posible para ganar tiempo. En esta ocasión se inició el trayecto a las 5:20 de la mañana luego de haber desayunado para cargar energías.

El desayuno se sirvió cerca de las 4:30 de la mañana con la idea de llegar con la luz del sol al siguiente campamento. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)
El desayuno se sirvió cerca de las 4:30 de la mañana con la idea de llegar con la luz del sol al siguiente campamento. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

El camino hacia El Mirador es menos complicado que el del primer día, pero aún existen pequeños tramos de fango. Este recorrido es un poco más abierto y puedes ver pájaros carpinteros, monos, tarántulas, urracas y loros.

Este es el recorrido que debes hacer para llegar a El Mirador. (Arte: Benjamín Calderón/Soy502)
Este es el recorrido que debes hacer para llegar a El Mirador. (Arte: Benjamín Calderón/Soy502)

A las 12:00 el grupo llegó a La Muerta, la primera pirámide del parque nacional El Mirador. Cuenta la leyenda que su nombre se debe a que una mujer embarazada estuvo a punto a dar a luz cerca de una toma de agua en este lugar, pero tanto la madre y el bebé fallecieron, por lo que los chicleros decidieron enterrarla cerca de este lugar.

La Muerta es la primera pirámide que puedes encontrar en el sitio arqueológico El Mirador. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)
La Muerta es la primera pirámide que puedes encontrar en el sitio arqueológico El Mirador. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

Una hora más tarde el grupo llegó al campamento, con mucho cansancio, pero con la satisfacción de llegar con la luz del sol. Una hora de descanso fue suficiente para caminar dos kilómetros hacia La Danta con la intención de observar el atardecer desde la pirámide más alta.

Al estar frente a la primera plataforma, un letrero te muestra las indicaciones sobre el complejo, el cual tiene 76 metros de altura, lo que la hace la más alta del mundo. Pese a subir varias escalinatas, el deseo de observar la selva desde lo más alto te da las fuerzas para continuar tu trayecto.

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Finalmente, al llegar a la cima la sensación es indescriptible, no puedes definir ese momento, menos cuando el guía te señala desde donde caminaste el segundo día hasta el punto donde te encuentras.

El grupo no tuvo un buen atardecer, pero estar sobre La Danta compensaba el panorama nublado, ya que desde ese punto se pueden observar otros complejos como La Tigra, La Garra del Jaguar y El Tintal.

Al llegar a la cima de La Danta podrás apreciar e imaginar cómo pudo haber sido el dominio de los mayas en el territorio petenero. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)
Al llegar a la cima de La Danta podrás apreciar e imaginar cómo pudo haber sido el dominio de los mayas en el territorio petenero. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

La aventura del grupo culminó en el parque nacional El Mirador con un recorrido por otras pirámides al tercer día.

El trayecto más largo incluye la visita al Nakbé, una ciudad maya que se encuentra a unos 17 kilómetros de distancia, para luego emprender el retorno hacia La Florida, El Tintal y finalmente Carmelita.

El precio para realizar este recorrido oscila entre tres mil quetzales a partir de Flores, depende si tú deseas viajar en avión o vía terrestre desde la ciudad para realizar esta hazaña, que además de requerir fortaleza física, también es un reto mental.

En la actualidad, el Instituto Guatemalteco de Turismo busca que más visitantes guatemaltecos conozcan este destino ubicado en el corazón del mundo maya.

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