La joven hondureña ha acaparado la atención de la prensa internacional, pues ha declarado que no le apena romper el toque de queda impuesto en su país, para frenar el Covid-19. Ha afirmado que lo hace por hambre y devela así la realidad que viven millones de centroamericanos.
Cintia Suyapa Zelaya, vive en pobreza, tiene 24 años y es madre de 3 niños, la más pequeña de 8 meses de edad. Mientras pedía comida en el bulevar Fuerzas Armadas de Tegucigalpa, la agencia de noticias AFP explicó:
La mujer es una típica centroamericana, de baja estatura, morena y con una historia de lucha a cuestas. Su semblante es serio y la fuerza se le nota en la mirada, en cada gesto y sonido que emite ante cada piloto que pasa cerca del lugar donde pide auxilio.
Su historia
Hoy pide comida a gritos, en la calle, con ruegos, sin mascarilla y junto a sus hijos y hermano de 8 años.
Antes laboraba en una tortillería y su pareja, Obdulio García, de 29 años, también trabajaba como cobrador de un bus urbano. Ahora ambos están sin empleo ni oportunidades y sus hijos y ellos mismos tienen hambre.
En las calles de Tegucigalpa se ven muchas otras personas que, como Cintia y su familia, incumplen también el confinamiento para salir a pedir dinero, tras perder sus empleos por las medidas de aislamiento físico, pero es que el hambre ha podido más que la certeza de permanecer lejos del virus en sus hogares.
Cintia dice que en seis horas que salen pueden llevar a casa unos 10 dólares, que "ajustan para la comida". Es lo único que pueden hacer hasta ahora, tras completar ya 2 meses sin poder trabajar.
Esta familia cuenta ahora con permiso de pedir apoyo con un rótulo de cartón que dice: "Tenemos hambre".
El gobierno de su país reparte una "bolsa solidaria" de alimentos a familias como la de Cintia, pero ella explica: "Nos ocurrió una vez (la bolsa), pero solo nos ajustó por tres días". Sin comida, esta familia se ve obligada a, día con día, volver a salir.
Hambre en Honduras
El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) se expuso recientemente (a través de un informe) que, como consecuencia inmediata del confinamiento, se "ha puesto en precario la alimentación de las mayorías, sobre todo de los más vulnerables ".
Ismael Zepeda, miembro del Fosdeh, dijo a AFP que antes de la pandemia 1.2 de 9 millones de hondureños estaban por debajo de la línea de pobreza y 60% de ellos en pobreza extrema, con lo cual no tenían ni para sus necesidades básicas. Datos que se visibilizan fácilmente ahora con la crisis que genera la pandemia. "Mucha gente de clase media está cayendo en esa franja de pobreza", agregó Zepeda.
Honduras registró hasta el martes 116 muertos y 2,100 casos de Covid-19.
*Con datos de AFP
INFÓRMATE:
ENTÉRATE DE MÁS: