A modo que comienza el año escolar, los padres de familia han comenzado el 2018 con un sinfín de gastos y los niños con un mundo nuevo por conocer.
Sin importar la edad que tengan tus hijos, las preguntas financieras están a la orden del día al tiempo que ven los estilos de vida de sus compañeros de clase, al comparar las vacaciones que tomaron o los regalos de Navidad que les dieron.
Aquí 6 formas de ejercitar el músculo financiero de tus hijos, tomadas del libro The Opposite of Spoiled (El opuesto de consentidos), de Ron Lieber.
1. Indaga en su curiosidad
Cuando un niño pregunta, “¿por qué no somos ricos como el vecino o tío tal?” o “¿por qué no nos fuimos a Disney como mi compañero x?”, los adultos suelen sentirse incómodos u ofendidos.
El autor nos recomienda la mejor respuesta inicial: ¿Por qué lo preguntas?
Esto te permite saber qué circunstancia u observación le generaron esa pregunta para adecuar tu respuesta, entender antes de responder diría Stephen Covey.
Toma tu tiempo para responder y no sientas que tienes que dar una respuesta inmediatamente.
2. Mide la necesidad versus deseo
Tu mejor apuesta es hacer que tus hijos piensen en cada cosa que quieren comprar.
Usa una regla de madera y en la equina izquierda escribe Deseo y en la derecha Necesidad. Cada vez que estén a punto de comprar algo deja que ellos asignen la posición en el rango. Lo que quieren, ¿está más del lado de una necesidad o de un deseo?
3. Pónlos a escribir
Debido a que la mayoría de compras son impulsivas, el ejercicio de escribir y articular en un ensayo corto por qué quieren tal compra implica una reflexión muy útil. Si tú la hicieras cuando compras, estarías en mejores condiciones.
4. Horas de diversión por quetzal gastado
¿Recuerdas aquel juguete que tuviste por años y no parabas de jugar con él? A mí un carrito Hot Wheels me dió horas de entretenimiento por no más de Q10 hace muchos años.
Por otro lado, hay juguetes que cuestan miles pero la cantidad de horas que se usan se pueden contar con la mano.
Antes de comprar pregúntale, ¿cuántas horas de diversión va a dar esta adquisición? Luego, que calculen el costo pagado, dividido el número de horas de diversión.
Así dejas de ser el adulto aburrido que les dice que es una compra tonta.
5. Llévalos a una tienda de música
Si bien están en extinción, les permite entender por qué descargar material en línea sin pagar tiene un impacto real, especialmente si sueñan con ser cantantes o YouTubers.
6. Hagan un inventario de riqueza
Vivimos en un mundo donde tenemos los zapatos, tecnología, comida y agua caliente que hace menos de un siglo estaban limitados a los magantes y por ello es fácil olvidarse de la cantidad de bendiciones con las que contamos.
Haz una lista en familia de todo lo que ya tienen. Tus hijos se van a dar cuenta que ya son ricos…
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