Cuando se está en un lugar público como una cafetería, normalmente uno está atento al celular o a un libro y de repente se siente un tipo de sentimiento de ser observado. Y al levantar la cabeza, se da cuenta que una persona lo está viendo fijamente. Pero, ¿es el humano capaz de saber que está siendo observado?
La explicación más común tiene que ver con nuestra propia psicología y nuestros ojos. Desde pequeño, uno está programado para identificar rostros (muchas veces se ven en objetos cotidianos) y para comunicarnos. En ese sentido los ojos no solo son una herramienta para recabar datos de nuestro entorno, sino que también para comunicar sentimientos variados como el miedo, la ira, la atracción e incluso percibir esos sentimientos en otras personas. Por eso, tanto los ojos como el cerebro, están atentos a detectar 'anomalías'.
Según un estudio de 'Current Biology', afirma que las personas son “muy buenas mirando a los ojos, pero no tan buenas calculando hacia dónde miran los ojos de otra persona y a menudo piensan que los están mirando cuando en realidad no es así”.
Como explica dicho estudio, el mismo instinto humano lleva a considerar la mirada de otra persona como una posible amenaza. Es más seguro pensar que está mirado a uno que ignorar un posible peligro. “La sensación de estar siendo observado es exactamente eso, una sensación que nace y muere en nuestro cerebro”.
*Con información de Gizmodo