A través de las redes sociales, la esposa de Sebastián Zapeta junto a sus hijos, residentes en Guatemala, exigió que se publiquen pruebas de que Sebastián Zapeta haya sido quien prendió fuego a una mujer dentro de un vagón en el metro de Nueva York.
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La pareja del migrante acusado de quemar viva una mujer, hizo un video junto a sus hijos, quienes sostienen fotografías junto a su padre y dijo que no existen pruebas (fotografías o video) que muestren a Zapeta en el momento justo en que quema a la mujer, sospechando que fue acusado de un crimen que no cometió, simplemente por el hecho de haber ingresado al vagón en el momento en el que ella estaba en llamas.
"Pido justicia para mi familia y mi esposo, él es una persona presente en la comunidad, no ha tenido ningún problema... se responsabiliza de sus hijos, pido que se muestre la evidencia con la que se basan los policías para culpar a mi esposo,", explicó.
"Necesito ver estos videos, por mi paz y para asegurarme que el caso se está llevando de manera transparente, agradezco a todas las personas que se están uniendo en esta petición, para que el caso se aclare y pido justicia para mi esposo", afirmó.
Debido a que no se publicó ninguna evidencia de las cámaras de seguridad del momento exacto en el que el migrante guatemalteco habría prendido fuego contra una mujer, y solo existen grabaciones de los testigos cuando él está sentado y cuando trata de apagar el fuego, la esposa pidió que se publicara algún tipo de evidencia, que mostrara que él sí estuvo cerca de la víctima.
La única publicación que se hizo en redes sociales no muestra a Sebastián cerca de la mujer, otra desventaja del evento fue que él estuvo bajo la influencia del alcohol. En otro clip compartido en X se aprecia que él toma una playera y la extiende a la víctima para tratar de sofocar las llamas sin éxito, prueba que las autoridades tomaron para decir que él estaba haciendo lo contrario, avivando el fuego.
Sebastián Zapeta fue acusado de asesinato, entre otros cargos, y sigue encarcelado. Las autoridades migratorias federales aseguran que el hombre, de 33 años, es un inmigrante guatemalteco que entró ilegalmente en Estados Unidos y ya había sido sacado del país en una ocasión; sin embargo volvió a ingresar.
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