La guatemalteca residente en Estados Unidos, Katherine Narvaez, lucha por los derechos de los migrantes.
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Katherine es originaria de Izabal, Guatemala y creció en Atlanta Georgia. Para ingresar a la institución educativa obtuvo la beca Sommer, una subvención muy buscada y difícil de obtener, que destaca a estudiantes brillantes en Estados Unidos.
"Soy la primera guatemalteca en recibir esta beca altamente competitiva. También recibí certificados en Salud Humanitaria, Comunicaciones de Salud y Salud Materno e Infantil", explicó en una entrevista a Soy502.
Previo a estos grados académicos, Narvaez se tituló en dos licenciaturas: una en Biología con énfasis en Ciencias Biomédicas y una en Negocios con énfasis en Administración de Empresas.
"También me especialicé en Estudios de Liderazgo y recientemente me gradué con honores Delta Omega de la Universidad Johns Hopkins", agregó.
Delta Omega es la sociedad honoraria para estudios en salud pública, fundada en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, fundada en 1924.
"Esto fue importante para mí porque como futura médica, quiero trabajar en el ámbito humanitario, enfocándome en mujeres y niños y en cómo implementar de manera efectiva los programas de salud en Guatemala y Centroamérica", explicó.
Su futura carrera en medicina
Katherine se enfocará durante un año en proyectos a favor de los migrantes y comunidades guatemaltecas, luego planea estudiar medicina para complementar el resto de sus conocimientos.
"Asistiré a SUNY Upstate Medical University en Nueva York después de tomar un año para hacer investigaciones sobre los centros de detenciones en EE.UU. y así abogar y presionar para que se aprueben políticas para el cierre de los centros de detención (especialmente los privados) que deshumanizan a muchos migrantes. Muchas de las investigaciones que hice en el Johns Hopkins Center of Humanitarian Health (Centro de Salud Humanitaria), bajo la dirección del Dr. Paul Spiegel, se centran en las injusticias que suceden dentro de estos lugares. A pesar de que la migración es un delito civil, no penal, la naturaleza punitiva de los centros pone en peligro la salud de muchos migrantes", agregó.
Estereotipos que busca vencer
"No pareces guatemalteca", "me encanta tu acento exótico" o "hablas tan bien el inglés", son las micro agresiones a las que estuvo constantemente expuesta mientras crecía, por ello y con su trabajo busca romper estas situaciones según explicó a Soy502.
"Un compañero en la escuela primaria me preguntó de dónde era cuando acaba de llegar. Respondí con orgullo que era guatemalteca y lamentablemente me dijo: '¿ahí es dónde residen las personas tontas?'. Al ser una niña, internalicé la situación al punto que dejé de decirle a la gente mi origen, además se reían de mí por no saber inglés", dijo Katherine.
Añadió que mientras avanzaba académicamente la gente le decía que no parecía guatemalteca o que era muy "elocuente" para serlo.
"Son pocos los guatemaltecos o latinos que llegan a tener una maestría o doctorado..., la diferencia entre ellos y nosotros es la oportunidad. Cuando se nos da, nosotros también podemos prosperar. Esas microagresiones son manifestaciones de los prejuicios hacia los guatemaltecos y los latinos", dijo.
“Ser guatemalteco en Estados Unidos significa trabajar duro para asegurar que mis raíces sigan intactas para nunca olvidar de dónde vengo y la pasión que tengo por ayudar al país que me vio nacer”, continuó.
“El poder educarse y avanzar académicamente es un privilegio y una gran bendición, pero aún así, no se mide las capacidades y los triunfos que podemos lograr... solo necesitamos la oportunidad”, remarcó Katherine en sus redes, agregando que agradece a su madre y su padre, quienes dejaron Guatemala para darle más oportunidades de lo inimaginable.
Su fundación
Narvaez inició la fundación "Adelante Guatemala" donde trabaja programas de educación y de recolección de alimentos para los guatemaltecos. Ingresa aquí para conocerla.
"Me apasiona la educación por ello tuve la idea de lanzar una organización sin fines de lucro, específicamente para trabajar con mujeres indígenas. Creo firmemente que la educación es el ecualizador social y económico. Sin embargo, muchos niños sucumben a enfermedades debido a la inaccesibilidad del agua potable. Cuando era niña y aún vivía en Guatemala tuve varicela y sarampión. En EE.UU. esas enfermedades son prevenibles. El privilegio de poder abrir un chorro de agua limpia y tener acceso a recursos de salud es una gran bendición", dice.
Añade: "Las enormes disparidades que existen en el acceso a estos servicios que deberían ser un derecho humano básico, son asombrosas. Por mucho que quisiera centrarme en la educación, no podía pasar por alto el hecho de que muchos niños mueren antes de llegar a una edad en la que realmente puedan recibir educación. Lanzamos la campaña 'Una Gota a la Vez' para proporcionar sistemas de filtros de agua a comunidades rurales en un esfuerzo por combatir estas desigualdades".
"En el futuro nos enfocaremos en la educación también, por ahora estamos enfocados en el agua potable, por ello me dediqué a la salud pública y negocios, además seguiré la medicina para poder implementar mejor los programas que ayuden a mejorar la salud en Guatemala y mi comunidad de migrantes en Estados Unidos", concluyó.