Un sismo de 3.8 grados sacudió al país la mañana de este martes 23 de febrero, pero además del temblor, hubo varios sonidos fuertes que fueron captados antes, durante y después. Estos preocuparon a los guatemaltecos.
EN CONTEXTO: Sismo de 3.8 grados sorprende a guatemaltecos
Sin embargo, este sonido tiene una explicación. Luis Arriola, sismólogo del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), aseguró que se trata de las ondas que provoca el sismo.
De acuerdo con Arriola, mientras avanzan las ondas producidas por el golpe de las placas tectónicas, hay un movimiento de las estructuras de las casas y láminas.
"Para el terremoto de 1976 se escuchó un sonido que empezó bajo, pero fue subiendo de volumen y a los segundos empezó el remezón", detalló.
El sismólogo explicó que las ondas sísmicas viajan a un aproximado de 7 a 7.5 kilómetros por segundo y mientras avanza se va escuchando el movimiento de las casas.
"Es como cuando se escucha venir una ambulancia. La dispersión del sonido y el movimiento hace que hayan sonidos. No hay que perder de vista la elasticidad del concreto, siempre hay un sonido", explicó Arriola.
Enjambre sísmico
Según el Insivumeh, Guatemala se encuentra en un enjambre sísmico y solo durante este lunes 22 de febrero, se registraron 54 movimientos telúricos, la mayoría no fue sensible.
Para el experto, es necesario que la población esté preparada. No solo por el enjambre, sino porque Guatemala está ubicada en una conjunción de tres placas identificadas, pero hay una serie de fallas, algunas tienen nombre porque son conocidas, pero "no todas están mapeadas".
Arriola recordó que los terremotos no pueden predecirse y que, por la situación del país, todas las personas deben estar listas para que un movimiento fuete pueda registrarse.
- NO DEJES DE LEER: