Si el Presidente Morales tuviera la conciencia tranquila, no le tendría miedo a la permanencia de CICIG en nuestro país. “El que nada debe, nada teme”, dice el proverbio. Sin embargo, como tiene la cola machucada, quiere sacar a la Comisión.
Muy distinto hablaba Morales en 2015, cuando dijo “va a generar desconfianza si no prorrogamos el mandato de CICIG en 2019, que será el último año de Gobierno…va a parecer que no queremos que se nos investigue”.
Dicho y hecho. ¿Cómo creerá ahora que se ve el Presidente?
Y lo hago notar, no porque sea de izquierda o porque tenga algo personal en contra del Presidente. Yo soy conservador pero eso no me impide deducir, basado en hechos y evidencia, que Jimmy Morales ha cometido chanchullos por los que no quiere ser investigado ni mucho menos enfrentar a la justicia.
Y esto nos afecta a todos los guatemaltecos, pues como bien lo dijo en una reciente entrevista el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad del MP, Juan Francisco Sandoval: “si la CICIG se va, volvemos a lo de antes”.
La Corte Suprema de Justicia ya le dio trámite a una nueva solicitud de antejuicio en contra del Presidente por tener el MP y la CICIG evidencia que sustenta que en 2015 éste solicitó no reportar al TSE los casi 8 millones de quetzales que su partido, el FCN-Nación, recibió para el pago de fiscales de mesa e impresión de material electoral.
Aparte, no hay que olvidar que el Presidente Morales recibió 450 mil quetzales de sobresueldo del Ministerio de la Defensa que la Contraloría declaró ilegal. Claro, quienes apoyan al Presidente podrán decir que éste ya devolvió el dinero y que la Corte Suprema rechazó en 2017 darle tramite al antejuicio en su contra por este caso.
Sin embargo, aunque la Contraloría no haya denunciado al Presidente, aunque solo le haya solicitado devolver el el dinero del sobresueldo, aunque la Corte Suprema no le haya dado tramite al antejuicio, eso no quiere decir que no haya habido delito.
Según varios penalistas, sí lo hubo, pues se incurrió en malversación de fondos, pues el dinero asignado al Ejército solo puede usarse para el funcionamiento del mismo y no puede ser entregado a otros funcionarios — en este caso, al Presidente.
Exijamos al Presidente que deje de representar sus intereses y que renueve el mandato de la CICIG. No permitamos que debilite la lucha contra la corrupción e impunidad en nuestro país.
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