Presta atención porque podrías tener al enemigo en casa y sin saberlo.
Después de haberla usado, una toalla se convierte en un cultivo perfecto de bacterias, hongos, células muertas y muchos otros gérmenes presentes en nuestro cuarto de baño.
Por ello es importante que las toallas para secar el cuerpo sean totalmente independientes a las que usamos para secar nuestras manos.
¿Cuántas veces puedes usar una toalla?
Si dejamos secar completamente la toalla, cada vez que la usamos, podemos volver a utilizarla un máximo de 3 veces por día. Si la utilizamos más veces, la cantidad de gérmenes en la toalla pueden ser muy alta.
Es muy importante dejarla secar después de cada uso porque en una toalla húmeda, los gérmenes están creciendo, y si además de húmeda tiene olor, es porque hay muchos microbios creciendo y debes lavarla inmediatamente. Lo mejor es usarla unas tres veces, lavarla y dejarla secar al sol.
La mayoría de los gérmenes que podemos encontrar en una toalla provienen de nuestro propio cuerpo, normalmente son inofensivos, pero en algunos casos, sobre todo si compartimos la toalla con más gente, pueden causar una infección, especialmente en personas con problemas de piel o heridas.
Una toalla para cada integrante
Las toallas deberían ser de uso personal como los cepillos de dientes, y evitar compartirlas. Los adultos y los niños no deben compartir la misma toalla, sobre todo para secarse la cara. Las toallas de mano deberíamos lavarlas a diario.
En espacios de trabajo o baños públicos la mejor opción es siempre el papel desechable para secarse las manos.
Consejos para mantener toallas libres de bacterias
Utilizar siempre toallas bien secas
Después de cada uso, coloca las toallas en algún lugar para que se sequen bien. Recuerda: no más de 3 usos antes de lavarlas.
Las mascotas no deben compartir, por ningún motivo la toalla con el resto de la familia.
*Con datos de Dr. Weil
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