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Gary Becker, premio Nobel de Economía en 1992, afirma en una publicación de The Wall Street Journal que se debería crear un mercado de venta de órganos.
En el artículo, junto a Julio J. Elías, un economista argentino, afirma que es muy fácil realizar transplantes pero que no existen suficientes órganos para lograrlo.
Aunque ya existe un sistema de intercambios entre personas compatibles, ello no ha dado suficientes resultados para reducir el problema de la espera de los enfermos.
Según ambos economistas este sistema de venta de órganos equilibraría la oferta y la demanda.
Además realizaron un cálculo sobre el valor estimado de un riñón teniendo en cuenta el riesgo para los donantes y la posible pérdida de calidad de vida. El precio sería de 15 mil doláres, aunque podría variar entre 5 mil y 25 mil.
Actualmente, algunos países como Australia o Singapur permiten que el enfermo compense al donante por el tiempo de trabajo perdido, pero no la compra directa del órgano.
