La empresa israelí Tarcic Engineering LTD pretende que la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (AMSA) le pague 11.5 millones de quetzales como retribución por haber llevado a cabo la primera fase de uno de los dos contratos para verter la cuestionada fórmula que limpiaría el lago.
El cobro se pretende hacer por la vía judicial. Por ello, el abogado de la compañía Héctor Monterroso presentó un recurso de amparo en el Juzgado Octavo de Primera Instancia Civil.
El juzgado admitió el trámite y en los próximos días se sabrá si otorga el amparo provisional.
Se trata del contrato por un total de 115 millones de quetzales que fue supuestamente ejecutado en su primera fase al verter la fórmula, pero que también fue rescindido porque el producto no tiene inscripción sanitaria para su comercialización.
Un segundo amparo se tramita en el Juzgado Noveno de Instancia Civil, en contra del director de AMSA, Marlon Valladares, por haber disuelto el contrato.
La segunda acción legal también fue aceptada para su trámite.
El director de AMSA informó que ya están notificados de los amparos y presentarán los informes solicitados por los jueces.
Valladares explicó que el contrato por los 115 millones de quetzales fue rescindido el pasado 4 de mayo y recordó que AMSA también accionó pidiendo los embargos de las cuentas de los empresarios involucrados.
El otro contrato es por 22 millones de quetzales y también fue disuelto con fecha 15 de mayo.