La luz de las estrellas es generada por las reacciones nucleares producidas en su interior. Su luz viaja por el espacio hasta llegar a la Tierra, por lo que la luz de las estrellas sí llega a nuestro planeta.
Pero su luz recorre enormes distancias. La mayoría de astros están muy lejos. Para tener una idea de cuán lejos están basta con echar un vistazo al tiempo que tarda su luz en llegar a la Tierra. La luz viaja a 300 mil kilómetros por segundo.
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Para que la luz del Sol llegue a la Tierra pasan ocho minutos y veinte segundos. El astro mayor es la estrella más cercana a nuestro planeta, mientras que para ver la luz de la estrella Alfa Centauri, deben pasar algo más de cuatro años.
Estos tiempos dan una idea de las enormes distancias en el Universo, magnitudes de las que es muy difícil ser consciente. Otro dato significativo es el tiempo que tarda la luz en cruzar nuestra galaxia, la Vía Láctea, que son 100 mil años.
El que existan grandes distancias unido a la velocidad de la luz, supone que hay estrellas tan lejanas que su luz todavía no ha tocado el suelo terrestre. Esa luz está aún viajando por el espacio y llegará algún día.
Además, con telescopios se puede ver la luz de estrellas que han dejado de existir y otros astros en las galaxias más lejanas, y por lo tanto, observar cómo eran hace miles de millones de años. Estos instrumentos especializados han permitido ver la radiación cosmológica de fondo, una radiación emitida después de 400 mil años del Bing Bang.
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A simple vista, la estrella más distante que se puede contemplar es Deneb. Uno de los astros más brillantes del cielo que está en la constelación del Cisne. Según datos del satélite Hipparcos, esta estrella está a 1,450 años luz de la Tierra.
Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año. Como viaja a 300 mil kilómetros por segundo, en 365 días, la luz recorre algo menos de nueve billones y medio de kilómetros. La distancia a la que está Deneb son esos nueve billones y medio multiplicados por 1,450. La cifra es tan enorme que sorprende que veamos a Deneb así de brillante, pero eso es porque se trata de una estrella con una luminosidad 54 mil veces mayor que la del Sol.
*Con información de El País