Luego de ganar el Mundial Rusia 2018, la Selección de Francia regresó a París para celebrar con todos sus seguidores. En uno de los momentos de euforia, Hugo Lloris, capitán de los Galos, dejó sorprendidos a muchos al dejar que unos niños tocaran la copa.
Mientras sus compañeros saltaban frente a los miles de aficionados fuera del Palacio de Francia, Lloris se percató de un detalle que pocos vieron: un grupo de niños pedían tocar la Copa del Mundo.
El portero consciente de lo que eso significa, se acercó a la barra de seguridad y permitió que los pequeños franceses pongan sus manos en el codiciado trofeo. Fue un momento único que los afortunados pequeños nunca olvidarán.
*Con información de Trome