Muchas personas suelen cambiar la ropa de cama una vez por semana, pero al tener esta rutina puedes estar pasando por alto un factor importante.
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Es necesario que examines las fundas de las almohadas con mayor frecuencia, pues estas se ensucian más rápido y están expuestas a más factores 'contaminantes'.
Si las fundas no se lavan con mayor frecuencia, la humedad del cuerpo que acumulan puede provocar la aparición de bacterias y hongos capaces de propagarse por el cuerpo.
En una sola noche, la almohada acumula restos de células muertas, sudor, cremas, perfume, maquillaje, cabello, polen, caspa de tus mascotas, partículas de moho y polvo, bacterias y virus.
Todo esto va acompañado de millones de microbios, según afirma Guilllermo Quindós, catedrático de Microbiología y director del departamento de Inmunología, Microbiología y parasitología de la facultad de medicina y enfermería de la Universidad del País Vasco, en España.
El calor del cuerpo y cabeza, también permite la acumulación de grandes niveles de humedad debido al sudor, saliva, líquidos, materiales fecales, células muertas y demás cosas que entran en ella.
“Algunos estreptococos de la boca, que con la saliva manchan la almohada, pueden ser causa de infecciones. También algunos hongos, presentes en la cara o el cuero cabelludo, como Malassezia, Microsporum o Trichophyton, pueden ocasionar lesiones cutáneas y del cuero cabelludo: dermatitis seborreica, tiñas, etc”, apunta Quindós.
¿Cada cuánto debes lavar los accesorios de cama?
Los dermatólogos y microbiólogos aconsejan cambiar las fundas de las almohadas unas tres veces por semana.
Una investigación de la Universidad de Kingston, en Inglaterra reveló que una cama promedio alberga hasta 1.5 millones de ácaros, bacterias y virus.
Si además tienes la piel grasosa y sufres acné, y no te lavas la cara antes de dormir, desde luego que conviene lavar las fundas más seguido (cada dos días), por mayor seguridad.
Los edredones pueden lavarse con menos frecuencia, una vez cada dos semanas al no estar en contacto con al piel.
¿Cómo lavarlos?
Se recomienda usar programas de 60 grados para asegurar una limpieza óptima.
También es recomendable lavar la almohada y el edredón una vez al mes, para que no acumulen ácaros que puedan irritar la piel o incrementar alergias.
Al menos dos veces al año se aconseja hacerlo a 60 grados, aunque si contienen plumas hay que hacerlos limpiar en seco. También es importantísimo secarlos bien, de lo contrario aparecerá moho.
Centrifuga bien las almohadas (si tu lavadora no es ninguna maravilla, hazlo dos veces) y tiéndelas al sol. Después de cinco años necesitan ser reemplazadas.
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