Muchas dudas prevalecen en el caso de la avioneta extraviada en Petén.
Soy502 tuvo acceso a la declaración oficial del piloto Melquíades Aparicio Bone, donde explica el incidente que provocó alarma en la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) el domingo 14 de mayo.
En la declaración ofrecida al Departamento de Navegación Aérea, el piloto aclara que la nave, pese a estar registrada a su nombre, en realidad no era suya, y que en el último viaje simplemente cumplió con las instrucciones del verdadero propietario.
Aparicio afirma que en febrero de 2017 adquirió la avioneta Piper 23 Azteca matrícula N600MP para un particular. Con ese fin, la voló desde la ciudad de Denver, Colorado, a Guatemala. Según el conductor, el dueño quería revenderla y con ese fin le pidió que la mostrara "en un par de ocasiones".
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El 8 de mayo, Aparicio asegura haber recibido una llamada del propietario, quien le contó que ya había vendido la aeronave "a un amigo". Asimismo, le pidió que instruyera al piloto del nuevo dueño en el manejo de la avioneta. Ese habría sido el propósito del viaje del domingo 14 de mayo, en compañía del aviador Guido Santiesteban Maldonado.
Según Aparicio, salió del aeropuerto La Aurora hacia la pista de Mundo Maya, Tikal, a las nueve de la mañana, en compañía de Santiesteban. Llegó a su destino alrededor de las nueve horas con 50 minutos. "Con autorización de la torre de control de Mundo Maya efectuamos dos aterrizajes y despegues", señaló.
Hasta ahí, la versión de Aparicio coincide con la de Aeronáutica Civil.
La avioneta solo tenía autorización para descender en tres aeropuertos: La Aurora, Mundo Maya y San José. Luego de hacer los dos toques de pista en Mundo Maya, en vez de regresar a Guatemala, tal y como establecía el plan de vuelo, voló a Poptún.
En su declaración, Aparicio cuenta que llegaron a las once de la mañana.
"Cuado arribamos a Poptún, estaba en la rampa un automóvil color rojo del cual descendieron dos personas quienes dijeron ser pasajeros que iban hacia Rubelsanto. En ese momento yo elaboré el plan de vuelo hacia Rubelsanto, pero me dijo el piloto Guido Santisteban que él se llevaría el avión a Rubelsanto y que yo me quedaría en Poptún, que a partir de allí él volaría el avión. Yo le dije a él que ya el plan de vuelo lo había hecho a mi nombre y me dijo que allí estaba bien, que así se iba".
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Según las autoridades de Aeronáutica, torre de control le advirtió a Aparicio que no tenía autorización para bajar en Poptún desde que se dirigió a ese punto. También aseguran que esta instrucción le fue reiterada al piloto en la rampa, en Poptún, donde le ordenaron retornar a Tikal para una revisión de la nave. Para ese momento, la entidad ya había coordinado el operativo de esa inspección. Sin embargo, en vez de seguir la orden, la avioneta despegó y a partir de ese momento, perdió contacto con la torre de control.
Según Aparicio, él se bajó de la nave en Poptún, mientras que el señor Santisteban, junto con los dos pasajeros del auto rojo, continuó a Rubelsanto. Entre tanto, "un señor de nombre Alberto me llevó en el carro hacia el lugar denominado La Ruidosa, donde abordé un bus con destino a Guatemala. Salimos de la estación a las 13:40 y arribamos a Guatemala a las 19:30".
El piloto indica que pasado el mediodía recibió una llamada de su esposa, Carla Fumagalli, quien era controladora aérea y estaba de turno. Ella le dijo que "se había activado una alarma de desaparición del avión N600MP en el área de Rubelsanto y que me habían mencionado como piloto al mando y que debía informar a AIS (Servicio de Información Aeronáutica, por sus siglas en inglés) de que yo estaba bien". Aparicio continúa declarando que le informó a un operador de AIS que la avioneta iba hacia el lugar señalado.
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Una hora después, a las 13:30, Aparicio recibió una segunda llamada de su esposa, quien le pidió que se comunicara con Alejandra Regil o Mynor Shoy porque en AIS no habían recibido la información. El piloto afirma que a las 13:28 habló con Regil y le dijo que el avión estaba en Rubelsanto, porque asumió que ya debía haber aterrizado.
La versión oficial de Aeronáutica también difiere en lo ocurrido en esas horas. El reporte publicado en la página indica que luego de pedir cambio de vuelo hacia Rubelsanto, Aparicio informó que había descendido en la finca Las Palmas, Sayaxché, pero que "se estableció que no aterrizó en ninguna de las dos".
El piloto afirma que al llegar a Guatemala la noche del domingo 14 de mayo, se percató del alboroto que había ocasionado su vuelo y por ello decidió presentarse la mañana siguiente a la DGAC para ofrecer su versión.
La DGAC presentó una denuncia penal contra Aparicio por las anomalías ocurridas durante el vuelo. Adicional a ello, canceló la licencia del piloto de forma permanente y le impuso una multa equivalente a unos 300 mil quetzales. También fue destituida la señora Fumagalli de la torre de control.