En 2012, Edwin Allen y Cinthia Hernández realizaron en su casa en Mixco, las primeras pruebas para extraer el aceite de coco: compraron una docena de estas frutas y las procesaron a fin de obtener el óleo para un amigo diagnosticado con Alzheimer. Por entonces el producto no se encontraba fácil en el país.
La pareja se informó sobre las bondades del producto: Durante un estudio del Memorial University of Newfoundland, St. John, NL, Canada, los investigadores observaron que el aceite de coco mejora la función cerebral, lo que impulsó a las farmacéuticas a lanzar medicamentos a base de coco, según la Confederación Española de Alzheimer.
- ESTO TE PUEDE INTERESAR:
Tras una serie de pruebas y los permisos sanitarios respectivos, la pareja fundó Klapper, con la que procesa alrededor de 3 mil cocos al mes; comercializa su producto en una cadena de supermercados y en otras tiendas de la ciudad.
Pero no solo el aceite se puede aprovechar de esta fruta. También se puede procesar harina, leche, mantequilla y azúcar.
Además, la fibra se puede utilizar para la elaboración de alfombras. De este material elaboran los lazos que usan en los barcos debido a que son más resistentes a la salinidad del mar. También es utilizada como sustrato en plantaciones de diversos cultivos y como sustituto del suelo en almácigos.
“Como emprendimiento, en los próximos años tenemos grandes retos. Estos primeros cinco años nos hemos dedicado a profesionalizarnos en extraer aceite de coco y a hacer máquinas para producirlo. Ahora estamos en la etapa de agregar más productos a nuestro catálogo”, dice Edwin.
Por ahora, además del aceite, la pareja procesa harina que ya está en el mercado y realiza pruebas con la leche de coco para aprovechar lo mejor posible las frutas que adquieren en la costa sur del país.
- POR SI NO LO LEÍSTE:
Aunque su mercado es nacional, le apuestan a la exportación en un futuro cercano. Como primer paso, tramitaron el registro de la FDA, la agencia del gobierno estadounidense responsable de regular los alimentos, medicamentos y cosméticos que ingresan al territorio norteamericano.
Tenemos la visión de hacer una industria de coco en Guatemala y aprovechar la posición geográfica privilegiada que tenemos con Estados Unidos, uno de los mercados más grandes del mundo que importa productos de coco desde Filipinas y la India, que están mucho más retirados que nosotros agrega el emprendedor.
- ADEMÁS:
En el mercado existen otras marcas de aceite de coco de producción local, pero solo la fábrica de los Allen Hernández está asociada a la Comisión de Alimentos y Bebidas de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).