El famoso y querido “Don Ramón” fue uno de los personajes más queridos de la infancia de muchos. Quizá el hecho de que siempre le debía al "Señor Barriga" o que nunca tenía dinero fue lo que conquistó muchos corazones.
Pero, tras la imagen de un hombre refunfuñón y gritón se ocultaba un padre amoroso que luchaba por él mismo y su hija. Su nieto volvió a la carga con una postal que sacó del baúl de los recuerdos. "Quiero que conozcan más a mi abuelito", expresó.
El nieto de Ramón Valdés sigue haciendo llorar a los fanáticos de "El Chavo del 8", la serie que causó sensación en los años 70, pero que sigue más vigente que nunca. El mes pasado compartió una foto inédita que le sacó una sonrisa a muchos y ahora fue por más con otra postal que encontró.
MIRA LA FOTO QUE CAUSÓ REVUELO:
Se trata de una imagen de toda la familia cenando un 31 de diciembre. Está en blanco y negro pero conserva la calidad, por eso se puede identificar rápidamente al hombre que le robó carcajadas a millones de personas alrededor del mundo.
A Don Ramón se le ve serio, de traje y bien peinado. Está rodeado de sus hermanos, primos y seres que fueron muy especiales en su vida. Ésta, como tantas otras fotos retro, formarán parte del documental que está armando su nieto en YouTube.
Con esta producción, Miguel Valdés busca que varias generaciones conozcan más al popular artista mexicano que murió el 9 de agosto de 1988 por un cáncer de estómago.
Su historia
“Monchito”, como le decía cariñosamente "La Bruja del 71", tenía una fuerte adicción al tabaco. En 1985 fue intervenido para reducir el órgano afectado a una tercera parte pero ya era demasiado tarde: tenía metástasis en su médula espinal.
Con su enfermedad a cuestas continuó haciendo giras y llevando alegría a distintas ciudades de México. Murió tras estar dos semanas sedado para evitar el dolor.
A su funeral no faltaron sus queridos compañeros de la vecindad. Lo despidieron "Chespirito", "Quico", el "Señor Barriga", el "Profesor Jirafales", "La Chilindrina" y "Doña Clotilde", quien lloró durante horas abrazada al cajón.