El diputado Tres Kiebres pidió interrogar al titular del Mides, por no presentarse a citaciones.
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Abelardo Pinto se ha convertido en el quinto ministro del gobierno de Bernardo Arévalo en ser requerido por el Congreso para rendir cuentas sobre su trabajo.
El titular del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) será sujeto de un juicio político a solicitud del diputado por Chiquimula Esduín Javier Javier, más conocido como Tres Kiebres.
El legislador y otros de sus colegas consideran que el funcionario no ha cumplido a cabalidad con sus labores; además, lo acusan de no acudir a citaciones a las se le ha convocado para tratar temas específicos.
Por ello, pidieron que comparezca al hemiciclo parlamentario donde estará obligado a responder diversas preguntas.
El interrogatorio se programó para el próximo 12 de septiembre, pero se podría postergar indefinidamente, debido a que hay otros cuatro ministros con procesos similares antes que él.
No obstante, para esa fecha, Tres Kiebres y sus colegas tendrán que haber remitido al ministro un listado con las preguntas básicas. Si las respuestas no los satisfacen, podrían ampliar el interrogatorio y hasta pedir un voto de falta de confianza contra el funcionario.
Un proceso lento
Actualmente, en el Congreso se desarrolla una interpelación a Francisco Jiménez, ministro de Gobernación, la cual ha avanzado de manera lenta.
El juicio político se programó para el 25 de julio y, desde entonces, cada jueves el funcionario se presenta al Palacio Legislativo, con el fin de responder las dudas de Sandra Jovel, quien pidió el proceso en su contra.
Cuando finalice este proceso, será el turno del canciller Carlos Ramiro Martínez, quien tiene pendientes tres interrogatorios; le seguirán Liwy Grazioso y Féliz Alvarado, ministra de Cultura y jefe de Comunicaciones.
¿Qué es una interpelación?
Una interpelación constituye un tipo de juicio político al cual los ministros de Estado están obligados a acudir, una vez uno o varios diputados lo soliciten.
En el proceso, se les plantean diversas interrogantes sobre temas puntuales, en los cuales los legisladores consideren que hay faltas o irregularidades. Las preguntas básicas son las iniciales y estas se hacen llegar con antelación al funcionario. No obstante, después de ellas puede haber otras cuestiones.
Terminada esa etapa, si los interpelantes consideran que las respuestas no son satisfactorias, pueden pedir el voto de falta de confianza. Si este se concede, el ministro debe presentar la renuncia a su cargo.
