Han pasado 6 meses desde que no cae una gota de agua sobre los cultivos, esto podría elevar el precio de los mismo a nivel mundial.
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El país sudamericano enfrenta una sequía extrema que está afectando gravemente su producción agrícola, generando preocupaciones sobre el futuro de las cosechas y un posible aumento de los precios de alimentos a nivel mundial.
Las regiones del Centro-Oeste, donde se cultivan grandes cantidades de soja y maíz, están experimentando precipitaciones un 40 % por debajo del promedio histórico, según el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil. Este escenario ha llevado a los agricultores a expresar su inquietud ante la escasez de agua.
Pedro Silva, un agricultor de soja en Mato Grosso, declaró: "Nunca había visto algo así. Mis campos están secos y las plantas no están creciendo como deberían. Esta situación podría arruinarme". La falta de lluvia ha obligado a muchos en la comunidad agrícola a reducir sus cultivos o abandonarlos por completo.
El economista agrícola Carlos Mendes señaló: "Si Brasil no puede abastecer el mercado, otros países tendrán que compensar, lo que resultará en un aumento generalizado de los precios. Esto afectará especialmente a las naciones en desarrollo, donde el costo de los alimentos ya es un problema crítico".
La sequía extrema en Brasil, por lo tanto, plantea un desafío tanto para los agricultores como para la economía global, y resalta la urgente necesidad de implementar medidas efectivas para mitigar el impacto del cambio climático en la producción alimentaria.