La investigación se dio a conocer a principios de esta semana, pese a que el mandatario ha tratado de restar importancia a través de comentarios en redes sociales.
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Al parecer, no es casual que la baja en enfrentamientos violentos que se vivían hasta hace unos cuantos años en El Salvador se haya dado durante el mandato del presidente Nayib Bukele. De acuerdo con El Faro, el funcionario habría pactado una tregua con la Mara Salvatrucha, Barrio 18 Revolucionarios y Barrio 18 Sureños, por lo que dio a conocer nuevas pruebas el 23 de agosto.
El Faro dio a conocer audios, fotografías y testimonios que señalan los contactos del mandatario con los líderes pandilleros a cambio de mejoras en las condiciones de vida carcelarias y beneficios para los pandilleros en libertad.
De acuerdo con el medio centroamericano, previo a su destitución, el fiscal Raúl Melara orquestó un grupo de investigadores para determinar la relación de varios funcionarios de la actual y otras administraciones implicadas en conversaciones con las organizaciones criminales, las cuales son consideradas como terroristas por la legislación de El Salvador.
Para ello, recabaron decenas de pruebas que no llegaron a ser públicas por la salida ilegal de Melara y todo su equipo.
El caso había sido llamado La Catedral y secuestró documentos oficiales de las cárceles después que El Faro diera a conocer en septiembre del 2020, donde se demostraba que el Gobierno de Bukele negociaba con la Mara Salvatrucha.
A principios de este mes, cuatro días después de la publicación, la Fiscalía realizó cateos en varios penales, en las oficinas de la Dirección de Centros Penales (DGCP), donde se encontró que la operación para negociar con los pandilleros era más amplia que también incluía a los dos grupos del Barrio 18, cuyos cabecillas recibieron visitas de funcionarios públicos.
La investigación descubrió que había un gran número de visitas irregulares a los penales de máxima seguridad, donde el director de los penales Osiris Luna, daba su visto bueno para que individuos encapuchados entraran para reunirse con los líderes de las pandillas sin respetar los protocolos legales de ingreso.
Los investigadores determinaron que esos encapuchados eran por lo general funcionarios de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, encabezada por Carlos Marroquín y cabecillas de las pandillas en libertada que entraban para recibir instrucciones y poner al tanto a los líderes encarcelados.
Además, el ente investigador obtuvo libros con apuntes y fotografías de las visitas e incautó el teléfono de uno de los pandilleros de la Salvatrucha involucrado en la negociación, de donde se sacaron notas de voz en los que la Mara hablaba de los disfraces que usarían sus integrantes para entrar en el penal para negociar.
Peticiones
Por medio de los audios se conocieron las peticiones que las pandillas hacían al Gobierno para mantener la tregua.
Estos grupos solicitaron a Bukele que se detuvieran los operativos del Ejército y la Policía en contra de las pandillas, así como la persecución para encarcelarlos solo por tener tatuajes; solicitaron financiamiento para microempresas y empleo para sus integrantes, visitas de familiares en los penales y cambios en el régimen de máxima seguridad de las cárceles.
Estas pruebas obtenidas por la Fiscalía se agregan a las pruebas que ofreció El Faro en un reportaje tras analizar 108 páginas de libros de novedades de los centros carcelarios el 18 de octubre de 2019, unos meses después de la toma de posición de Bukele como presidente y el 20 de agosto de 2020, por lo menos un pandillero y funcionarios públicos entraron 12 veces a los penales para reunirse con los líderes de la Mara Salvatrucha.
Bukele ha presumido de la reducción de la violencia a niveles muy bajos desde su llegada al poder.
El 8 de agosto las autoridades salvadoreñas reportaron cero homicidios, que fue atribuido como un logro del plan territorial del actual gobernante.
Hace seis años, El Salvador registraba un promedio de 147 asesinatos en tan solo los primeros cinco días de agosto, entre las víctimas se contaban agentes policiales. En 2021, este país sol registraba cinco homicidios en tan solo cinco días de agosto.
A través de Twitter, Bukele dijo que la publicación se trataba de algo viejo y que busca solo generar incertidumbre.
“Quieren que contestemos el mismo refrito, que ya contestamos y que ya publicaron 5 veces. Lo peor es que lo intercalan, primero que les violamos los derechos humanos, luego que les damos beneficios, luego que les violamos los derechos humanos y así, probando a ver qué les pega”, resaltó el presidente salvadoreño haciendo referencia a El Faro.