* Realizado con la colaboración de Raúl Sánchez, periodista del eldiario.es
El empresario español Ángel Pérez-Maura García es uno de los acusados en el Caso TCQ, el cual reveló cómo el gobierno de Guatemala otorgó un espacio de 34 hectáreas en Puerto Quetzal a una subsidiaria de la multinacional Terminal de Contenedores de Barcelona (TCB).
Según el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), la empresa Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ) habría ofrecido un soborno de 24.5 millones de dólares al expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, a cambio de este usufructo de 25 años.
Ángel Pérez-Maura tiene orden de captura internacional por los delitos de asociación ilícita, cohecho activo y fraude, informó la fiscalía guatemalteca. El empresario era el vicepresidente de TCB al momento de la firma del contrato con el Gobierno de Guatemala. Abandonó ese cargo el 11 de abril de este año, según el Registro Mercantil de España.
Pero eso no es todo sobre Pérez-Maura. Este empresario pertenece a la aristocracia ibérica y está conectado, por lazos de parentesco, negocios y militancia con las más altas esferas económicas y políticas de España.
De sangre azul
La familia Pérez-Maura forma parte de la lista de las 200 mayores fortunas de España, según el ranking del periódico El Mundo. Hace apenas un mes, en marzo 2016, el clan vendió su emporio naviero a una compañía holandesa por mil millones de dólares, publicó la sección económica del diario El País.
El padre del sindicado, Jaime Pérez-Maura, fallecido en 1994, era nieto del duque de Maura, Gabriel Maura y Gamazo, y de la condesa de Mortera, Julia de Herrera y Herrera. El aristócrata heredó una fortuna cuyos orígenes se remontan al siglo XIX. Según la página web oficial que describe la historia de la familia y su empresa, los Pérez Maura se iniciaron en los negocios marítimos en 1853, gracias a su estrecha relación con otro prominente miembro de la nobleza, Antonio López y López, marqués de Comillas.
Por línea materna, Ángel Pérez-Maura tiene además una relación directa con el banco más grande de España, el Banco Santander, ya que es sobrino del fallecido Emilio Botín, accionista y líder histórico de esa institución. La familia Botín es una de las 10 familias más acaudaladas de España, según el ranking de los 200 más ricos del país ibérico, elaborado por el ya citado diario El Mundo.
La prima segunda de Pérez-Maura, Ana Patricia Botín, quien dirige el Banco Santander actualmente, es la décimo octava mujer más influyente del mundo, según la revista Forbes.
La familia Pérez-Maura, al igual que los Botín, son naturales de Santander y forman parte del círculo de amistades del rey emérito Juan Carlos I y sus hijos, con quienes comparten la afición por los deportes náuticos, publicó El País.
En el siguiente gráfico puedes observar la red de relaciones:
Vínculos con el PP español
Los Pérez-Maura no sólo son poseedores de una gran fortuna, también son un clan influyente.
El hermano del empresario sindicado en Guatemala es el director adjunto del diario ABC, Ramón Pérez-Maura, muy cercano a la rama familiar de los banqueros.
A niveles políticos, Pérez-Maura está conectado con el Partido Popular, que se encuentra actualmente en el poder. La madre del empresario, Elena García Botín, prima del fallecido Emilio Botín y del expresidente de Bankinter, Jaime Botín Sanz, fue diputada entre 1986 y 1989 e integrante de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular hasta el año2014.
Vale la pena recordar la cercanía de Otto Pérez Molina con el Partido Popular de España. Su asesor de campaña política, el español Antonio Solá, fue también quien asesoró la comunicación de Mariano Rajoy y de su antecesor en el PP, José María Aznar, como lo acredita una investigación de la Cadena Ser.
Los cargos en Guatemala
Según la investigación criminal, el exsecretario de Roxana Baldetti, Juan Carlos Monzón, se habría reunido con Pérez-Maura, en ese entonces vicepresidente de TCB, para negociar la forma en la que se pagarían los 24.5 millones de dólares que recibirían de soborno el expresidente Otto Pérez Molina, la exvicepresidenta y el propio Monzón. En su calidad de colaborador eficaz, es Monzón quien aportó esta información al MP y CICIG.
Durante esa reunión, y las siguientes, a las que también habría asistido el director de TCQ, el español Juan José Suárez, que actualmente se encuentra en prisión preventiva, Juan Carlos Monzón dijo que el presidente y la vicepresidenta pedían que el pago se realizara en efectivo y antes de octubre de 2015.
Tras ese pacto, Otto Pérez Molina habría facilitado la entrega de los terrenos a la empresa TCQ, filial de TCB en Guatemala, y promovido reuniones con la banca privada internacional y nacional para mostrar que el proyecto contaba con todo el respaldo gubernamental, según la investigación de la fiscalía.
En agosto de 2012 se realizó el foro "Mitos y Realidades del Puerto Quetzal" convocado por el Ejecutivo de Guatemala, donde el presidente explicó las razones por las que otorgaría el usufructo. En ese evento se presentó Ángel Pérez-Maura y explicó los beneficios que tendría el país si le otorgaban el contrato a TCQ.
En total, a TCB se le acusa de haber negociado un soborno de 30 millones de dólares: 24.5 millones para la presidencia de Guatemala, 5 millones para otros socios internacionales y 500 mil dólares para obtener el visto bueno de los sindicalistas del Puerto Quetzal.
