La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene más de 200 proyectos de vacunas para combatir el coronavirus en marcha, aunque solo 10 se encuentran en fase avanzada.
La duda gira en torno a que cuando se obtenga una vacuna segura, que proteja del virus y no tenga efectos secundarios adversos, ¿cómo se va a distribuir para 7,500 millones de personas en todo el mundo?, y ¿quiénes serán los primeros en recibirla?
La agencia de la ONU indicó que se está trabajando para lograr 2 mil millones de dosis para finales de 2021, para ser aplicados a las personas más vulnerables, pues hay una carrera contrarreloj para encontrar la vacuna.
“Tendremos un par de cientos de millones de dosis para fin de año -2020-, si somos muy optimistas”, dijo la jefe científica de la OMS, Soumya Swaminathan. Pero esperan aumentar exponencialmente esa cantidad.
“Esperamos que, para fines de 2021, tengamos 2 mil millones de dosis, y de una a tres vacunas efectivas para distribuir en el mundo”, afirmó Swaminathan, aunque hasta ahora no hay ninguna vacuna probada..
Gran Bretaña y Estados Unidos han invertido en una vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford, y producida por AstraZeneca. Políticos británicos dicen que, si resulta efectiva, se utilizará en su país. Se espera que Estados Unidos comience a usarla este otoño.
Grupos, como la alianza de vacunas GAVI, están trabajando también para comprar dosis para países pobres y AstraZeneca ha acordado licenciar su vacuna al Instituto Serum, de India, para la producción de 1,000 millones de dosis.
La distribución dependerá de cada país. La semana pasada, funcionarios estadounidenses dijeron que estaban desarrollando un sistema escalonado para ello. Ese sistema, probablemente, daría prioridad a los grupos de mayor riesgo de complicaciones derivadas de Covid-19 y a los trabajadores esenciales.
Prioridad de la vacuna
La Organización Mundial de Salud está creando directrices para la distribución ética de vacunas contra el Covid-19.
Según Swaminathan, la experta de la OMS, la prioridad serán los que están en primera línea de riesgo, como médicos y policías, así como los más vulnerables a la enfermedad, ancianos y diabéticos, a lo que se añade las personas expuestas en zonas de alta transmisión como barrios marginales.
“Hay que comenzar con los más vulnerables y luego vacunar de manera progresiva a más gente”, dijo.
Rafael Vilasanjuan, miembro del Consejo de dirección de Gavi (la alianza global para la vacunación), explicó que, por ahora, la capacidad de producción mundial es de 2,000 millones de dosis por año, mientras que la población mundial llega a 7,500 millones de personas en “igualdad de riesgo”.
En el mejor de los casos, “podremos tener 250 millones de dosis de vacunas por mes, si se aumenta la fabricación”, añadió el experto.
Cada país recibirá el 20% de dosis correspondiente a su población, si se ciñe a la iniciativa internacional, Covax facility (sistema Covax), que busca facilitar el acceso mundial a las dosis, antes de agosto.
El país tiene que pagar por adelantado ese 20% y así promueve la producción en función de sus recursos y se asegura su cantidad de dosis. El objetivo principal: que sea lo más equitativo posible.
Argentina fue seleccionada en Latinoamérica para probar la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. En las próximas semanas se comenzará a probar la vacuna contra el SARS-CoV-2, que actualmente produce y está en fase avanzada clínica. Será apenas un mes después de que comiencen las pruebas en los Estados Unidos.
Expertos aseguran que hay que establecer la estrategia de vacunación en función de las regiones más afectadas, y según su densidad de población, falta de recursos y dificultades logísticas. Asimismo, el especialista de Gavi advierte que es importante tener una reserva de dosis para casos de emergencia.
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