En estos días escuchaba a alguien hablar que una de las mejores cualidades en la vida es tener persistencia. Tratar y tratar hasta lograr la meta propuesta.
Persistente en el logro. Es una muy buena cualidad que no todos poseen, por lo que la mayoría de la gente se dice "realista" cuando en realidad simplemente son faltos de disciplina y persistencia.
Ahora bien, persistencia no es lo mismo que necedad. La necedad es un defecto. Y grave.
Hay una sustancial diferencia entre ser persistente y ser necio.
El persistente lo es con la meta. Con el fin. El necio lo es con el medio. El persistente quiere lograr algo que es valioso para él, pero aprende a modificar sus medios y escoger de mejor manera sus herramientas. El necio hace, dice siempre lo mismo, sin aprender del fracaso, sin modificar su conducta. El persistente crece en el camino, el necio se anula en el trayecto.
El persistente es una persona flexible, convincente, íntegra. El necio, simplemente es una persona de esas a las que las amistades le huyen y los familiares soportan...
De tal forma que la persistencia se da en los fines. En lograr metas. En trazarla y salir a buscar cómo lograrlo. La necedad es una insistencia sin frutos. Es una especie de locura que casi obliga al sujeto a actuar como autómata sin ver que su conducta no lo llevará a nada. Es como aquel que pretende usar un martillo para reparar un pinchazo. De nada servirá su necedad, no logrará su propósito.
Es así que veo en el país muchos necios, pero pocos persistentes. Veo en el mundo, muchos necios que quieren amoldar a los demás para usarlos en su propio proyecto de vida, sin ver que para persistir en sus metas deberían acomodar sus medios a modo de ayudar y persuadir a muchas personas en esa búsqueda de la mejora común.
Un necio pierde mientras hace perder a los demás. Un persistente gana porque ayuda a los demás a ganar también.
¿Usted es persistente o necio?