El gobierno de Nicaragua ha anunciado que impondrá impuestos a las iglesias.
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Nicaragua, bajo el liderazgo del presidente Daniel Ortega, ha implementado nuevas medidas que afectan a las iglesias y organizaciones no gubernamentales.
En una resolución publicada en el diario oficial La Gaceta, se ha derogado la exención fiscal para las iglesias, que ahora deberán pagar impuestos de hasta un 30 % de sus ingresos anuales.
Además, el gobierno ha ordenado el cierre de 151 ONG, tres días después de haber cerrado 1.500 organizaciones, en su mayoría religiosas.
Este movimiento eleva el número total de organizaciones disueltas a más de 5.300 desde las protestas contra Ortega en 2018.
La nueva normativa también obliga a las ONG a trabajar únicamente en "alianzas de asociación" con entidades estatales, aumentando el control gubernamental sobre estas organizaciones.
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Estas acciones forman parte de una creciente represión contra la sociedad civil en Nicaragua, limitando severamente la capacidad de las organizaciones para operar y expresar críticas.
La comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos, que evidencian un endurecimiento en la política del gobierno de Ortega.
