Creí que conocía lo que hacía este importante artista guatemalteco, pero me encontré con que no era así, descubrí algo que a nadie o muy pocos sabían…
Hoy por la mañana desperté preparándome para realizar una sesión al artista Manolo Gallardo. Desde que vi su trabajo quedé totalmente admirado. Unas horas antes de llegar a su casa estábamos luchando con mi papá con Google Maps tratando de encontrar la ruta de cómo llegar. ¡Vaya perdida la que nos dimos! Finalmente llegamos. Nos esperaba en la puerta de su casa viendo hacia el cielo, con aquella mirada de un artista que mira siempre hacia adelante.
No pude evitar quedar boqui abierto al dar el primer paso dentro de su casa, como el niño que soy. ¡Definitivamente esa es la casa de un artista! Tantas cosas curiosas y hermosas, era como entrar al museo más bello, donde desde las escaleras hasta la pecera eran una obra de arte. Al entrar al estudio no cabía duda que este era el estudio de un grande, el de Manolo Gallardo. Con tantas pinturas, libros, esculturas, cuadros, documentos, discos etc…
Lo primero que hace es invitarnos a sentarnos a mi papá y a mí a platicar con él. Nos empezó a contar de sus experiencias, estudios, viajes y tantas cosas tan fantásticas. No sé cuántas veces lo han entrevistado y le han preguntado “¿cuántas pinturas tienes?”, “¿cuándo empezaste a pintar?”, “¿qué opinas del arte en Guatemala?”, “¿cómo defines tu estilo?”, etc… Tantas preguntas que imagino que cualquiera estaría cansado que se las preguntaran diariamente, sin variación alguna.
Pero hubo un momento en el que empezamos a hablar sobre Ricardo Mata, no solo uno de los fotógrafos más importantes y grandes que ha tenido Guatemala, sino también una gran persona. Pues resulta que con Ricardo, eran muy grandes amigos. De pronto Manolo abre una gaveta y empieza a buscar entre unos papeles y de repente ¡saca una fotografía que él tomó! Dicha fotografía concursó en el Club Fotográfico de Guatemala hace ya varias décadas, nos contó que adaptó su cámara a un telescopio para tomar esta fotografía.
En ese instante a Manolo Gallardo se le iluminaron los ojos, y su rostro cambia. Muy emocionado empieza a sacar fotografías. Resulta que Manolo Gallardo ¡también fue fotógrafo! Fue miembro del Club Fotográfico de Guatemala por alrededor de 5 años, cuando el club recién empezaba. Nos empezó a enseñar las fotografías con las que concursaba, era fantásticas puedo decirles. De pronto va al otro lado de la habitación y saca una maleta, de pronto saca las cámaras con las que tomaba fotografías en esos años, cámaras Nikon análogas. Nos empezó a hablar de sus cámaras y lo que había tomado con ellas, algunas de ellas se las había regalado Ricardo Mata.
Luego nos enseña una serie de fotografías que tomó cuando ocurrió el terremoto del 76, algo que jamás en mi vida había visto, ni mucha gente más. Tuvimos el honor de ver dichas fotografías, un registro histórico sorprendente.
Cuando sentimos, dejamos de hablar de pintura y escultura y empezamos a hablar de fotografía, los tres emocionados hablando de ello. Manolo Gallardo nos contó que nunca nadie le había preguntado sobre eso, nunca nadie se imaginaba que él era fotógrafo. Fue un descubrimiento sorprendente para nosotros.
En definitiva el trabajo del maestro Manolo Gallardo es algo de admirar, una joya total de Guatemala. Fue un gran honor para mí poder fotografiarlo y conocerlo. Les comparto algunas de las fotografías de esta sesión.
¡Un fuerte abrazo! ¡A seguir haciendo arte!
Si quieres ver más fotografías de esta sesión puedes seguirme en Instagram como @JorgeOrtizFoto