Vecinos de la la aldea San Felipe de Lara en Río Dulce, Izabal, se sorprendieron este sábado cuando encontraron un manatí muerto en la orilla de la playa.
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Los pescadores alertaron a la Brigada de Infantería de Marina y los militares constataron que el manatí no tenía heridas cortopunzantes, por lo que descartaron que fuera víctima de cazadores.
La evaluación al manatí, de 1 metro con 87 centímetros de longitud, continuó y se constató que tenía heridas en la nariz y el ojo izquierdo; por lo que determinaron que murió por un golpe.
Los manatís están en época de apareamiento en esa región, por lo que es común verlos cerca de las costas de Izabal. Por eso, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) hizo un llamado a no acercarse a estos animales y conducir lanchas con precaución para evitar lastimarlos.
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Los militares excavaron una fosa en un terreno cercano y cargaron al manatí para enterrarlo en ese lugar.
