Las acciones recientes de Jimmy Morales y las de algunos funcionarios en respuesta a la tragedia del volcán de Fuego evidencian una vez más que los guatemaltecos tenemos un gobierno que no merecemos.
Ante esta realidad, en lugar de quedarnos de brazos cruzados, lamentando y criticando la pésima respuesta del gobierno, muchos guatemaltecos hemos cumplido con nuestra responsabilidad moral como ciudadanos y dejando a un lado nuestras diferencias, nos hemos unido por un mismo propósito: apoyar a nuestros hermanos que sobrevivieron la tragedia y que lo perdieron todo.
Hoy más que nunca, los guatemaltecos tenemos que redoblar esfuerzos no solo para atender las necesidades inmediatas de nuestros conciudadanos damnificados, sino también para brindarles lo que necesitan para reconstruir sus vidas. Si no lo hacemos y si en lugar dejamos que el gobierno sea el único que se encargue de ellos, entonces estaremos condenándolos a un futuro sombrío.
Digo esto porque poco o nada podemos esperar de Jimmy Morales y de los funcionarios encargados de atender las necesidades de los sobrevivientes; esto debido a la falta de liderazgo que estos ya han demostrado durante la gestión de la tragedia.
Por ejemplo, el día de la erupción del volcán, mientras muchos guatemaltecos nos movilizábamos — antes y más rápido que el gobierno — para recolectar dinero, víveres, ropa y medicinas para los damnificados, el Presidente Morales se quejaba diciendo que no tenía fondos para atender la emergencia, demostrando así no solo desconocimiento de las leyes ante emergencias sino también falta de liderazgo para hacerle frente a la situación.
Aparte, la no evacuación de las comunidades ubicadas en las faldas del volcán de Fuego debido a la falta de coordinación y comunicación entre el Insivumeh y la Conred demuestra no solo la falta de liderazgo de quienes están a cargo de estas instituciones sino también la del Presidente Morales, pues al final él es el responsable de dirigir el Organismo Ejecutivo. Mientras tanto, la gerente del club de golf y resort La Reunión, Evelyn Ordoñez, al decidir evacuar a todos los huéspedes y al personal — salvando así un total de 300 personas — demostró su capacidad de previsión y por ende su liderazgo.
En definitiva, independientemente del gobierno que tenemos, los guatemaltecos tenemos que duplicar esfuerzos y seguir demostrando nuestro liderazgo para así ayudar a que nuestros hermanos golpeados por la tragedia del volcán de Fuego se pongan de pie y vuelvan a empezar.
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