La japonesa Yoko Taniguchi se enamoró tanto de Guatemala que decidió fusionar ambos mundos al hacer un kimono con textiles guatemaltecos elaborados a mano.
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A través de su cuenta Soy Ryoko presumió su viaje por el país y su acercamiento con especialistas en textiles guatemaltecas con quienes realizó una importante fusión al combinar el jaspe maya con el kimono.
Ryoko conoció la labor de las mujeres de Chajul y de Nebaj en Quiché, durante su estadía de dos años en Guatemala por trabajo, aquí valoró los conocimientos ancestrales de teñido y elaboración de cada una de las piezas que forman la indumentaria maya.
La japonesa adquirió dos jaspes en el mercado de Chichicastenango y los llevó a su tierra donde un artista de la elaboración de kimonos realizó la pieza.
Además de su experiencia realizó una sesión fotográfica en el Cerrito del Carmen en la zona 1 y en la Capilla Santa Delfina de Signé, ubicada en la zona 2 capitalina.
"Bello kimono, único en el mundo, representa los dos países que amo", describió acerca de este vestuario tan significativo.
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