Las autoridades del Instituto Nacional de Bosques (Inab) dio a conocer este viernes su preocupación por la invasión ilegal al área protegida de la laguna Lachúa.
De acuerdo con las autoridades de esta entidad, estas acciones han puesto en riesgo la vida de una gran cantidad de especies silvestres que tienen en este sitio su hogar, así como la cobertura forestal debido a la tala de árboles.
“Esta invasión está causando tala ilegal esto con el objetivo de sembrar maíz, frijol y cardamomo. Los invasores reales no son personas de escasos recursos debido a que la mayoría es gente que se dedica al comercio de tierras en el área. Esto nos preocupa más debido que si no se detienen las invasiones y las autoridades pertinentes no atienden la problemática, esto puede seguir aumentando”, explicó Rony Granados, gerente del Inab.
La preocupación del Inab gira en torno a que el parque fue declarado como un sitio Ramsar, es decir, un humedal único en el mundo y de los más importantes.
Asimismo, el funcionario indicó que dentro del reconocimiento que cuenta este parque es la inalteración de su ecosistema, por lo que las invasiones pueden provocar serios daños al área.
“Esas 2 mil 600 hectáreas que han sido deforestadas nos preocupa porque el bosque es agua y la población que rodea este parque va a tener problemas a futuro”, agrega Granados.
¿Qué está pasando?
El ingeniero Carlos Archila, director de la región II del Inab explicó que en la actualidad se han presentado 6 grupos invasores y un aproximado de 216 familias que han hecho su hogar dentro de esta área.
“El daño que le han provocado al área corresponde al 20 por ciento del total del bosque, el cual tiene una extensión de más de 14 mil hectáreas. Esto trae como consecuencia la contaminación del humedal en virtud que hay 2 asentamientos cerca del nacimiento de un río que alimenta la laguna y ya empezamos a encontrar restos de plástico y otros desechos en la laguna”, destaca Archila.
Otro de los hechos es que los invasores ya han hecho la quema de unas 600 hectáreas en la zona para hacer el cambio de uso de la tierra.
Las autoridades destacan que la primera invasión se presentó en 1974, pero la última se dio apenas en mayo pasado y que siguen talando el bosque y traficando la madera de este lugar.
El Inab ha identificado a los invasores que tienen nombres propios de los lugares que van invadiendo, causando incendios, tala y la llegada de las personas al área.
“La depredación está a menos de 2 kilómetros de la laguna y si esto continúa, se corre el riesgo que se pierda muy pronto”, advirtió Archila.
El Inab pide el Organismo Judicial que pueda emitir una orden de desalojo a los invasores y contar con el apoyo de las autoridades pertinentes para llevar a cabo estas acciones, ya que se podrían presentar momentos tensos durante el retiro de estas personas.
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