El delantero inglés Wayne Rooney tuvo un partido de otra época. Anotó tres veces en la goleada de su equipo, el Everton, ante el West Ham.
Uno de los tantos fue una verdadera joya. Aprovechando una mala salida del guardameta rival, el jugador disparó desde la media cancha y convirtió el gol.
A pesar de la hermosa ejecución, el disparo estuvo a centímetros de terminar impactando en el estómago del árbitro y no viajar hasta la portería.
Mira el video:
Rooney ya tiene siete goles esta temporada.
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