Britney Jean Spears cumple 39 años y lo celebra entre disputas legales con sus papás, desórdenes alimenticios y problemas personales que la han llevado a perder su camino del éxito y abandonar por completo su carrera.
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Uno de los momentos más icónicos entre los altos y bajos de la cantante se dio en febrero de 2007, cuando la expareja de Justin Timberlake sorprendió al raparse la cabeza.
Según un canal británico, en ese año Britney pasó por una grave crisis emocional, pues a sus 25 años estaba en pleno divorcio y ya peleaba la custodia de sus dos hijos, Sean y Jayden, producto de su relación con Kevin Federline.
Cuando Spears se rapó su rubia cabellera, fue captada por las cámaras de los paparazzis. Al parecer el momento fue vendido por la peluquera del sitio a donde acudió.
Esther Tognozzi admitió haber aceptado sobornos de los reporteros de espectáculos que estaban fuera del local, para tomar esa icónica imagen que fue parte de todas las portadas de revistas del momento.
“Tenía dos guardaespaldas, supuestamente vigilando para asegurarse de que los fotógrafos no estuvieran tomando fotos”, contó la mujer al Daily Mail.
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“Me dijo que quería afeitarse el pelo porque estaba cansada de que todo el mundo se lo tocara. Yo, por supuesto, traté de disuadirla, pero fue en vano. Le dije que quizá estaba atravesando un momento hormonal o algo así, y que lo pensara dos veces”, fue lo que contó Tognozzi, también agregó que Britney aseguró que su madre iba a estar muy molesta con ella.
Luego de raparse, Britney fue con la tatuadora Emily Wynee-Hughes, quien aseguró que ella le dijo que no quería que nadie tocara su cabeza ni su cabello, que estaba harta de eso.
Antes, Britney había ido a una clínica psiquiátrica donde fue diagnosticada con bipolaridad y al parecer, huyó sin recibir el alta por parte de los médicos.
Tras el episodio de su cabello, la cantante de “Stronger” se internó en otra clínica especializada en alcoholismo y drogadicción, pero salió a las 24 horas y se dirigió a casa de su ex, donde buscaba ver a sus hijos.
Britney tomó un paraguas y descargó su rabia contra el coche de los fotógrafos que ahí estaban, golpeando a Daniel Ramos.
Actualmente, Britney está sana y al lado de su novio Sam Asghari. Sin embargo, aún lidia con su papá y la disputa legal sobre sus derechos y posesiones.
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