¡Qué gran espectáculo es el Mundial¡ Buenos momentos que los chapines disfrutan con deportividad cada cuatro años, pese a la espina de no haber ido nunca a una Copa del Mundo.
El entretenimiento merece la pena. Llena las conversaciones de amigos y de bromas las sobremesas.
Mexicanos que celebran con coreanos. Españoles, argentinos y alemanes (nacionales o aficionados) reciben el escarnio de sus rivales después de su eliminación. Deportividad y alegría.
Es una gran oportunidad para hablar con nuestros hijos o hermanos pequeños de otros países. De distintos colores, culturas y sabores. Una excusa para volar un poco por las diversidades de la geografía humana.
Y todo en cierta armonía. Es un juego al fin y al cabo. Hace unos días vi a un bar guatemalteco entero emocionado por un Croacia-Dinamarca…a alguien le puede parecer un tanto excesivo pero a mí me parece hermoso.
Nos distrae, en definitiva. Siempre surge la duda de si en lo político esta pausa, coincidente con el descanso del Congreso, es una fuerza para bien o mal. Si sirve para algo más que el avance de agendas que, como ciertos hongos, crecen mejor en la oscuridad que en la luz.
No hay que descartar que sea un evento instrumentalizado para desviarnos de lo importante. Seguro algo de eso hay.
Sin embargo, en las circunstancias que nos rodean creo que el balance es positivo. Viene bien porque relaja el discurso crispado, da un respiro, una bocanada de aire fresco, a lo que han sido tres años complicados en lo político.
Las peleas son sobre temas más suaves y divertidos y la polémica se centra en el VAR, no en la CICIG.
Pero no se queda ahí. Hay una consecuencia difícil de ver en todo esto y es que algunas instituciones que tienen trabajo que adelantar lo hagan en tranquilidad, sin las presiones que estar en el centro de discusión mediática trae consigo.
Cierta señora tranquila va a sorprender a muchos, con su estilo pausado hasta la desesperación y sus argumentos de formalismo jurídico.
Está poniendo muy nerviosa a cierta gente por su velocidad de caracol y lenguaje enrevesado pero solo será cuestión de tiempo, me da la sensación, para que la balanza caiga del lado del que debe caer.
Igual nunca tuvo sentido sacar grandes casos en medio de Rusia 2018. Hoy la atención al fútbol es más fuerte que los Urales.
Después del campeonato vendrá de nuevo el vendaval solo que esta vez habrá menos tiempo para las elecciones, horizonte estratégico ineludible. Vendrá el último estirón…¡tomen aire ruso, que se viene fuerte la tormenta!
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