Cuántas veces has visitado alguna de las playas del Pacífico, miras al horizonte y te preguntas qué hay más allá de lo que tus ojos pueden alcanzar a ver.
Además de tomar el sol y pasarla bien, también puedes adentrarte a la aventura de observar la vida marina que se encuentra más allá de la orilla de la playa.
De enero a junio, las aguas del océano Pacífico albergan a diversas especies de la vida marina, pero las ballenas jorobadas son las que se roban el espectáculo acuático, aunque admirarlas requiere de mucha paciencia, espíritu aventurero y no sufrir de mareos.
“Siempre se han podido observar estas especies en esta zona, pero desde el 2010 se inició con la regulación de esta actividad ya que el también se busca salvaguardar las especies de fauna marina. Además, se inició con la creación de un reglamento con el objetivo de que las personas que hagan la actividad lo hagan de una manera responsable, tanto para la seguridad de las especies como la de los propios visitantes”, explica Juan Francisco García, asesor legal del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
La aventura
Si quieres hacer este trayecto en un solo día, puedes partir de la ciudad de Guatemala cerca de las 5:00 de la mañana para arribar cerca de las 7:00 a Marina Pez Vela, uno de los sitios más adecuados para tomar la embarcación para hacer el zarpe. Algunos recomiendan que te tomes una pastilla contra las nauseas si sufres de mareos con facilidad al partir desde la capital y tomar un desayuno ligero.
Asegúrate que la embarcación cuente con chalecos salvavidas, no olvides aplicarte bloqueador solar antes de subir al bote, llevar lentes de sol, gorra o sombrero para evitar las quemaduras, así como suficientes bebidas y frutas.
Lo primero que puedes encontrar son delfines y tortugas a pocas millas de haber ingresado al mar abierto. Luego deberás tener paciencia y los ojos bien abiertos para observar a las ballenas. Al encontrarlas, solo podrás acercarte hasta unos 100 metros de distancia, ya que estar tan cerca puede asustarlas tanto que se esconderían o podrían provocar un incidente a la embarcación.
De acuerdo con el Reglamento para la Observación de Cetáceos en Aguas Guatemaltecas en Actividades turísticas y Recreativas del Conap, los visitantes deben abstenerse de arrojar comida a las especies con el objetivo de llamar su atención, tampoco es recomendable introducirse al agua para convivir con las especies.
“La actividad conlleva una responsabilidad interinstitucional, las personas que se dedican a promover este recorrido deben estar registradas primero en el Instituto Guatemalteco de Turismo y posteriormente deben solicitar el permiso al Conap para realizar la actividad. Luego, antes de partir al mar, los encargados deben registrar el zarpe para tener un registro de los guías y visitantes que se adentrarán al mar”, destaca García.
¿Es garantizado?
Sin embargo, el avistamiento de ballenas tiene un grado de riesgo, pues en ocasiones se dejan ver y en muchas otras solo se llega a ver la joroba cuando salen a exhalar y eso puede llevar a la desilusión de las personas.
“En febrero y marzo son de los meses con mayores avistamientos, pero no olvidemos no solo hay ballenas. Las personas también pueden observar tortugas, delfines y aves marinas, por lo que se capacitan a los guías para que puedan explicarles a los turistas la grandeza de la vida que está en el mar”, añade el asesor legal de Conap.
El centro Marina Pez Vela en Escuintla es uno de los que ofrece este servicio. Dependiendo del operador que se elija, el recorrido puede variar desde los Q1 mil 200 hasta los Q1 mil 800, aunque también hay municipios que han empezado a ofrecer esta actividad bajo la aprobación de sus respectivas municipalidades.
También puedes encontrar tour operadores en Facebook que ofrecen estos servicios y asegúrate que tengan las autorizaciones tanto en el Inguat como en el Conap.
- TE PUEDE INTERESAR: