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Así nacieron las maras en Guatemala

  • Por Mario Cordero Ávila
24 de marzo de 2017, 05:00
En sus inicios, las maras de Guatemala se fortalecieron con la llegada de los primeros deportados de Estados Unidos. (Ilustración: Deviantart.com)

En sus inicios, las maras de Guatemala se fortalecieron con la llegada de los primeros deportados de Estados Unidos. (Ilustración: Deviantart.com)

Nadie me lo contó. Yo lo vi en primera persona. El 23 de marzo de 1983, Efraín Ríos Montt era el nuevo jefe de Estado y Guatemala era muy distinta a la de ahora. La capital recién había recibido un fuerte oleaje de familias de los departamentos por el terremoto del 76 y las periferias de la ciudad empezaron a ser altamente habitadas.

Un año después, Óscar Humberto Mejía Víctores gobernaba y se había relajado un poco la tensión social. Eran otros tiempos, en los que era viable, incluso, jugar fútbol en las calles sin ser interrumpido a cada rato por los carros. Entonces los jóvenes se podían reunir en las esquinas, sin ser considerados “tan” sospechosos. La ciudad era más pequeña. Casi todo se concentraba en la zona 1, en especial alrededor de la Sexta Avenida.

Esta era la calle más comercial de Guatemala de ese tiempo. Los negocios lucían sus letreros que salían hasta media calle. Su corona era el Centro Comercial Capitol, con sus cines o las “maquinitas” que atraían a los jóvenes de toda clase social.

Poco tiempo después, en 1984, estaba de moda usar playeras sin mangas y pantalones de lona desteñidos, y el pelo al estilo de Rod Stewart. En el cine estrenaban Footloose y Breakdance y en las esquinas los jóvenes intentaban repetir los pasos de baile, o bien hacer la coreografía de Thriller de Michael Jackson.

Guatemala siempre ha sido desigual, pero en esos años esa condición se hizo más visible en la capital. Esas concentraciones de jóvenes en las esquinas o en los Capitol empezaron a hacer evidentes las diferencias económicas. Pronto, para distinguirse, surgieron algunos grupos, que en forma peyorativa se denominaron mutuamente: los “Burgueses” (clase media alta y alta) y los “Breakeros” o "Breaks"(clase media baja y baja).

Para entonces, los primeros deportados empezaban a venir a Guatemala desde Estados Unidos, y muchos habían pertenecido a las pandillas de Los Ángeles, la Salvatrucha, sobre todo. Sin embargo, la más popular en Guatemala por esos años se denominaba la Mara Five, supongo que por su procedencia de la zona 5.

Los deportados se sumaron a esa frustración social de los jóvenes de las clases bajas. Y para mayor tensión social, los “Burgueses” salían con cadenas y bates de béisbol a “cazar breakeros” y eso provocó que estos sintieran la necesidad de reaccionar y defenderse. Reunidos, con sus frustraciones por las desigualdades, se sentían identificados. Bastaba tan solo que sonara “Young Turks” de Rod Stewart para que la mecha se prendiera y empezara a explotar.

Para finales de los 80, las maras ya estaban más o menos organizadas. En algunos casos, se sospechaba que el Gobierno las usaba como fuerza de choque en las protestas. Los infiltraban en las marchas sociales, para deslegitimar los movimientos. Y luego el crimen organizado, que como hemos visto recientemente su vinculación en la política ha sido muy evidente.

En medio de la dejadez del Estado, ahora las maras son un tema muy difícil de solucionar, aunque a mí aún me parece que puedan seguir siendo una fuerza de choque para los intereses de los políticos y el crimen organizado.

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