Angustia, terror y luto, es parte de lo que vecinos vivieron luego de un deslizamiento de varias rocas que destrozaron el lugar conocido como Barrio 1, en San Marcos La Laguna, Sololá.
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Aún con asombro, los vecinos de San Marcos La Laguna narran cómo se vivió la tragedia en el lugar. Sólo se escuchó un estruendo, el cual confundieron con la lluvia, jamás imaginaron que se trataba de un deslizamiento que provocó daños en 12 viviendas y causó la muerte de cuatro personas, entre ellos un bebé de ocho meses.
La noche avanzaba, todo se creía tranquilo y sin ninguna novedad. "Yo estaba terminando de bañarme, mi hermanito estaba haciendo tareas, nos llamaron para ir a cenar, cuando se escuchó un fuerte ruido, parecía como si fuera lluvia, nunca nos imaginamos que era esa piedra tan grande", manifestó Laura Isabela Mendoza Sicay.
De acuerdo con la joven de 16 años, el ruido fue creciendo, en cuestión de segundos, las luces se apagaron y todo quedó completamente oscuro. "No sabíamos ni a dónde ir. Yo quedé del otro lado de donde pasó la roca. No se veía nada y no sabíamos qué estaba pasando. Mis papás nos gritaban para saber si estábamos bien, mientras que escuchábamos llantos y gritos de los vecinos", comentó la joven con angustia.
Según Laura, su preocupación más grande eran sus abuelitos, quienes viven al otro lado del camino que tomó la roca. "No podía llamarlos. No teníamos saldo y los teléfonos estaban descargados. Fueron segundos de tensión. No podíamos pasar al otro lado, porque la piedra rompió varias tuberías y el agua formó una especie de río que nos impedía pasar. Al final, logramos verlos y abrazarlos, todo fue alegría y nos pusimos a llorar", dijo.
Luto
Cuatro personas fallecieron en la tragedia de San Marcos La Laguna, entre ellos un bebé de ocho meses, todos eran familiares del alcalde del municipio, Vicente Puzul Mendoza. Sus cuerpos estaban irreconocibles. Según los vecinos, los familiares de las víctimas estaban cenando cuando la roca cayó sobre ellos.
"Nos dijeron que no escucharon nada. Seguramente estaban platicando o viendo la televisión. Nadie se imaginó lo que estaba ocurriendo", comentó Ventura Mendoza, pastor del lugar.
La tragedia ocurrió la noche del martes 6 de octubre. Eran apenas las 7 de la noche. Ninguno de los habitantes del Barrio 1 imaginó que una roca enorme caería en su colonia y provocaría daños en 12 viviendas, de las cuales, ocho quedaron completamente destruidas.
No fue solo una roca. Fueron tres las que cayeron sobre la comunidad. La más grande destruyó las viviendas, otra cruzó hacia donde estaba la iglesia evangélica de la localidad, construcción que logró detener el paso, de lo contrario hubiera dañado a, por lo menos, tres hogares más. La última cambió su curso y no causó daños.
Zona de alto riesgo
Según los vecinos del lugar, desde hace unos 20 años les informaron que vivían en una zona de alto riesgo. La evaluación determinó que las rocas podrían deslizarse con el paso del tiempo. Nadie lo creyó y varios construyeron sus hogares en el lugar.
Hasta el momento, los vecinos del Barrio 1 desconocen qué harán. Las autoridades les pidieron evacuar y les propusieron llevarlos a un hotel de manera temporal. Sin embargo, algunos aseguran que volverán cuando ya se hayan retirado las rocas, debido a que no tienen otro lugar a dónde acudir.
Según uno de los evaluadores de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), el riesgo persiste porque después del deslizamiento del martes, la tierra quedó suelta y hay más rocas en el área que podrían caer sobre las viviendas, por lo que han solicitado a la población evacuar el lugar.
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