El entrenador nacional, Amarini Villatoro, es el técnico de moda en el fútbol guatemalteco. Sin embargo, muy pocos conocen la lucha y el trabajo que hay detrás del éxito del primer bicampeón departamental de la historia del fútbol guatemalteco.
Nació en Cobán y pasó gran parte de su niñez en Raxruhá y Sayaxché. Es hijo de un empleado en las empresas petroleras. Soñaba con ser médico, cerró la carrera de derecho, pero se gana la vida como entrenador de fútbol, así son los contrastes en el camino a la cima del rey de los entrenadores nacionales.
Al hablar de fútbol con Amarini hay que tener tiempo y estar muy atentos. Tiene muchas historias y sobre todo un testimonio de vida que le permite hablar con total solvencia del rey de los deportes en su país. Conoce las entrañas del "fut" nacional ya que inició desde muy joven entrenando niños sin saber que lo que comenzó como labor social terminaría por cambiarle la vida.
"Un sacerdote en Cobán me pidió que lo ayudara a entrenar niños, en un barrio rojo. Tenía tiempo, solo estudiaba en las noches en la Universidad y tenía gran parte del día libre. Con ese equipo de la iglesia pronto ganamos el torneo Sub12 y eso me despertó la ilusión", sentenció.
Pronto llegó el momento de dirigir las fuerzas básicas de Cobán Imperial, cuando tomó las riendas el español costarricense Juan Luis Hernández Fuertes, a quien no recuerdan con mucho cariño en las tierra de Carlos V ya que descendió al equipo.
"Fue mi primera experiencia real, lastimosamente solo duró un par de torneos ya que en la Primera División las especiales solo jugaban un torneo. Pero Juan Luis me consiguió la posibilidad de un curso en Costa Rica y allí se vino una de las oportunidades para crecer y sobre todo para madurar como técnico", rememoró.
Partió para dirigir en Costa Rica
En dicho curso conoció a los entrenadores ticos Jhony Chávez y Óscar Alegre, quienes le ofrecieron incorporarse al cuerpo técnico del Pérez Zeledón de la Liga Mayor de Costa Rica.
"Yo pensé: estos dándome alas están y así quedó. Regresé a Cobán con la intensión de prepararme para mis exámenes privados de la carrera de derecho. Pero un tiempo después me llamaron para avisarme que ya estaba listo para que me fuera a dirigir con el profesor Chávez. Le pedí tiempo y me dio una hora. Mi mamá me dijo que no, pero igual me fui", comentó Villatoro.
Allí, Amarini trabajó con las inferiores y el equipo mayor en el 2007 donde Pérez Zeledón tenía en sus filas a Wilmer López, Alexander Madrigal y Gabriel Badilla entre otros, incluso a Gadgens y a Navarro los tuvo allá en el alto rendimiento (juveniles) y desde allí los conoce y por eso los trae a Guastatoya.
"Un año después ya estaba desesperado porque no podía venir a Guatemala. El gerente me pidió que no me fuera y me ofrecieron aumentarme el sueldo, pero realmente creo que ya había cumplido mi tiempo. Le tengo mucho cariño a Pérez y a los profes, dejé allá a grandes amigos y me sirvió para madurar como persona y como entrenador", detalló Villatoro.
Vuelve a Guatemala para dirigir a "Los Potros"
Al regresar a Cobán le surgió la propuesta para dirigir a Los Potros de el Tecnológico, un colegio que inició su andadura en la Tercera División, donde logró el ascenso a la Segunda División con puros patojos de colegio, para luego buscar el ascenso a la Primera División, pero perdió frente a Teculután. De allí es que se va a Sayaxché.
Con la Furia Verde logra el ascenso a la Primera División e incluso llegó a la final por subir a la Liga Nacional y perdió frente a Coatepeque de Gabriel "El Chato" Castillo en el estadio Israel Barrios.
"En esa ocasión perdimos en ese estadio lindo. La gente se metió a la cancha y yo estaba asustado, pero la gente se portó muy bien y fue una fiesta del fútbol. Después llegamos contra Juventud Escuintleca y otra vez la perdimos. Sayaxché tenía problemas para retener a los jugadores y era complicado", rememoró.
Se movió al oriente y dirigió a Jocotán y nuevamente llegó a las finales y la oportunidad para ascender, pero por un problema dirigencial y que además cinco jugadores se contagiaron Chikungunya, perdieron de local y empataron de visita.
Su primer paso en Guastatoya
En Jocotán hizo mucha amistad con Ariel Sena, quien lo llevó como asistente al Deportivo Guastatoya en el 2015 y consigue un subcampeonato.
"Solo estamos un torneo con el profesor Sena y se dio el cambio de directiva, pero por respeto y ética, se fue Ariel y yo me voy. Ya me habían hablado los actuales dirigentes, pero les dije que no. Me fui a Jocotán y otra vez llego a la final y el ascenso, pero pierdo en tiempos extras contra Carchá. Ya eran cinco finales y yo tenía esa espinita de no ser campeón. Eso me golpeó mucho", explicó.
Nuevamente recibió una llamada de Sena para acompañarlo a Cobán, pero también le abrieron las puertas de "Guasta" y tras mucho pensarlo aceptó.
"Llego a Guastatoya y me encuentro cuatro jugadores, todos se habían ido y empezamos a armar equipo. Empezamos y armamos el equipo y el comienzo fue muy duro, fuimos a Antigua y nos golearon 4-1. Y la gente nos mató en casa, que íbamos a descender, que jugadores de primera. Luego recibimos a Cobán y a Comunicaciones, me habían tocado momentos muy duros y les ganamos a los dos y fuimos a San Marcos y le ganamos y clasificamos. En ese torneo nos eliminó en liguilla Malacateco", contó.
Dos finales y un título con Guasta
Después llegó su primera final contra Municipal, allí Guastatoya mostró quizá su mejor versión siendo un equipo muy ofensivo.
"Contra los rojos teníamos un equipo muy ofensivo, pero no teníamos gol, en esa final tuvimos el 65 por ciento de posesión y muchas opciones, pero no la metíamos y el resto de la historia ustedes la saben", explicó.
Ya contra Antigua GFC y su primer título, Amarini reconoce que tenía un equipo más equilibrado y que con justicia pudo levantar la copa y por fin romper el maleficio de no ganar las finales, algo que reconoce era la asignatura pendiente y que le quitaba el sueño.
Admira a "El Grillo" Roldán y respeta a Claverí
Villatoro tiene claro que los resultados son los que mantienen o destierra a un técnico y más si es nacional, por lo que aseguró que sólo el trabajo, la preparación y evolución constante permiten estar vigente y poder pelear los títulos contra los extranjeros, además de ganarse el respeto del jugador, de los dirigentes y hasta de la afición.
"Jorge Roldán Popol es mi ídolo, me gusta el contrataque y la transición, que era el estilo de él, muchos lo critican, pero si se da cuenta así ganó tres títulos digo yo, porque uno lo quitaron a él y lo ganó otra persona, pero fue producto del trabajo del él", confesó.
Por ahora, el cobanero asegura que no piensa en dirigir a la Selección nacional, aunque espera "hacer los méritos" para un día no sólo ser candidato si no tener esa responsabilidad.
"Como todo técnico nacional me gustaría dirigir a la Selección de mi país, es lo más alto y para eso hay que hacer méritos. Estar en Selección con todo respeto, sin aludir a nadie, quien esté desde las Sub17 hasta la mayor tiene que tener los méritos y ganarse ese privilegio. Hoy tenemos al frente a un técnico exitoso, respetamos su proceso y como guatemalteco le deseamos lo mejor al profesor Walter Claverí, tiene capacidad y conocimiento y él está allí y debo respetarlo. Por eso en ese tema no doy opiniones", explicó.
Sobre si le gustaría dirigir a un equipo grande (Municipal o Comunicaciones) y volver al banquillo de Cobán, Amarini fue claro y refirió que está cómodo con el proyecto de Guastatoya, con el que jugará Liga de Campeones de Concacaf y espera seguir consiguiendo los resultados.