Una fuente muy cercana al esposo de Inés Gómez Mont asegura que la conductora estaría dispuesta a divorciarse antes que ir a la cárcel y que esta situación ha puesto en jaque a la relación de la pareja.
OTRAS NOTICIAS: Pandora Papers: "El método de Luis Miguel para esconder su lujoso yate Sky"
Uno de los amigos más cercanos del abogado Víctor Álvarez Puga habría hablado con el medio mexicano TV Notas y reveló polémica información acerca de la pareja acusada de peculado, delincuencia organizada y operaciones de recursos de procedencia ilícita desde 2016.
Según afirma esta persona, Inés no le perdona a su esposo que ella esté siendo señalada como delincuente y él le reclama a ella haber exhibido su vida lujosa en las redes.
"Somos amigos desde chavos, lo conozco muy bien, sé cosas que ni siquiera Inés sabe sobre él", dijo la persona que además afirmó que ambos huyeron a Europa.
"Somos un grupo entre los que estábamos: Mai, como le decimos a Víctor; Pepe, Javier Díaz y Martín Fuentes (esposo de Jacqueline Bracamontes)”, agregó.
El allegado a la pareja señalada afirma que Víctor inició su fortuna a través de “empresas de outsourcing (de subcontratación), de ahí vino su boom y entró al mundo de los negocios”.
Según la fuente, Víctor se dedica a "realizar alianzas políticas y comerciales para hacer campañas cada sexenio, su trabajo es hacer alianza con los nuevos hombres poderosos, pero se le empezaron a complicar las cosas... en este sexenio el único hombre de poder y aliado que lo protegía era Julio Scherer, pero cuando dejó su puesto como consejero jurídico de la Presidencia de la República en septiembre (2021), a los ocho días lanzaron la orden de aprehensión en contra de Inés y Víctor... Todo lo que ahora está sucediendo, supongo que es porque se quedó solo”, explicó.
El medio preguntó si la situación había agarrado por sorpresa a la pareja:
“No, ya estaban enterados, esta cacería de brujas fue seis meses antes de que iniciara la pandemia, cuando Mai (Víctor) le dijo a Inés que lo mejor era irse del país pensando que durante este tiempo podían arreglar la situación, pero no fue así”.
Acerca de si Inés sabía de estos negocios de procedencia dudosa afirmó:
“...Es absurdo que Inés no sepa que su marido anda en malos pasos por la forma en la que gastaba, o sea, no es normal, aunque a él nunca le pareció que ella presumiera tanto su lujoso estilo de vida”, explicó, agregando que Víctor nunca le prohibió que gastara pero ella subía todo a redes y ahí comenzaron los problemas.
Al parecer los allegados sí sabían donde estaba la pareja luego de ser buscados:
“Todos supieron que estaban en la casa de Miami, la que era de Cher, pero ahora se fueron a Europa y como dato curios: primero él había comprado la casa de Beyoncé, pero la vendió para comprar la de Cher”, adquirida por 14 millones de dólares.
Problemas de pareja:
Al parecer Víctor culpa a Inés de ponerlos en el ojo del huracán, pues, “cuando se casó con ella pensó que lo ayudaría con contactos pues la familia de ella siempre estuvo involucrada en la política, pero fue lo contrario; si Inés no hubiera sido tan evidente, tan presuntuosa y se hubiera manejado en un perfil bajo habrían pasado desapercibidos”, dijo.
Según afirma que ella no le perdona que la haya puesto en esa situación, ya que le costó mucho hacerse una imagen de "mamá ejemplar", para que ahora la señalen de "delincuente" y él le reclama haber exhibido su vida lujosa.
Ante esto, los abogados del caso le están aconsejando divorciarse para limpiar su nombre y que ella pague lo que debe para no ser relacionada con los negocios de él, esto lo tendría que hacer vendiendo algunas propiedades, como un apartamento en Acapulco y una casa en la ciudad de México.
"Ella con tal de limpiar su nombre, es capaz de dejarlo y deslindarse por completo de él, de pronto se le acabó el amor y prefiere divorciarse, que pisar la cárcel", comentó.
Ella no fue la única que cayó en los excesos, la fuente dice que Víctor también despilfarraba el dinero en fiestas, mujeres y propiedades, como un departamento en el St. Regis Resident, donde hacía reuniones privadas a las que asistían actrices y modelos, como la actual novia de Luis Miguel, Mercedes Villador.
