Un hombre, quien dijo ser veterinario, fue condenado por el delito de trata de personas.
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Cesar Reyna Peñate fue condenado a ocho años de prisión por el delito de trata de personas. El Tribunal Quinto de Sentencia Penal lo encontró culpable de ese delito y le ordenó pagar Q300 mil.
De acuerdo con la acusación presentada por el Ministerio Público, Reyna y su esposa eran propietarios de un negocio denominado "El escondite de los placeres", a través del cual contactaban a mujeres y ofrecían servicios sexuales.
La investigación arrojó que las mujeres eran explotadas sexualmente.
Culpó a su esposa
Durante su intervención, Reyna dijo que él era veterinario y que tenía su clínica en San José Pinula. Negó que estuviera involucrado en el negocio porque dijo que era de su esposa.
También dijo que el negocio inició con la idea de un spa, pero que todo inició por una depresión que estaba teniendo su esposa. En su relato, aseguró que su esposa era quien manejaba todo y que hasta habían tenido problemas personales, porque ella estaba muy involucrada con el "spa".
Sin embargo, las pruebas presentadas por el Ministerio Público convencieron al Tribunal en que Reyna sí tenía participación en la trata de estas mujeres y que incluso era quien las reclutaba.
Reyna y su esposa fueron capturados en 2016 luego de un operativo contra la trata de mujeres.
"El escondite de los Placeres", como le llamaban al spa, funcionaba en Las Charcas, zona 11.