Algunos economistas la llaman ya "El Gran Encierro" y se espera que sea una de las crisis económicas más severas de la historia.
"En Guatemala, no hay duda de que estamos ya en recesión", afirma el analista y ex vicepresidente del Banco de Guatemala, Mario García Lara, puntualizando que la definición técnica de "recesión" implica un decrecimiento de la actividad económica durante dos trimestres consecutivos.
Eso no ocurría en Guatemala desde 1981, en los años más siniestros del conflicto armado interno, añade el economista. Incluso en 2008, la última gran crisis vivida en el país, toda Centroamérica cayó en recesión, menos Guatemala, que mostró un crecimiento de 0.5%.
Esta vez, el país no saldrá indemne. El Banguat prevé una caída del 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB), "lo cual es exageradamente optimista", señala García Lara, que ha calculado una disminución del 3% de la actividad económica con los modelos econométricos de su firma de consultoría, COPADES.
Otros economistas, como Paulo De León, director de la firma Central American Business Intelligence, CABI, también son pesimistas. "Este es un cisne negro, un cataclismo", enfatiza. Como prueba, explica que la variación del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), de marzo de este año en Guatemala, indica que la pandemia sería un evento de uno en casi 400 años. "Y abril va a salir peor", añade.
Las proyecciones negativas para la economía son una realidad innegable. Pero ¿qué se puede hacer? Soy502 recabó tres propuestas de reapertura y reactivación económica que el gobierno podría implementar para que la recesión del "Gran Encierro", que quedará registrada en números rojos en la historia del país y del mundo, no sea tan catastrófica.
García Lara explica que la recuperación del país pasa por la coordinación de tres nodos de políticas públicas: 1) atención de la emergencia sanitaria, 2) reapertura de la economía, y 3) reactivación económica.
El analista considera que la actual administración debe mejorar su esfuerzo para atender la pandemia. "La Comisión nombrada por el Presidente ha sido un buen paso, pero necesita más músculo para apoyar en la ejecución eficiente, eficaz y transparente de recursos", indicó. "Hay que facilitarle a los médicos las herramientas para combatir la enfermedad. Con el Estado de Calamidad, no hay excusa", enfatizó.
La batalla sanitaria es crucial porque está vinculada con la reapertura de la economía. "Es bueno que ya tengamos un plan, pero los parámetros son demasiado altos, hay que adaptarlos", consideró García Lara. Por ejemplo, el técnico matizó que aquí la población vulnerable por edad, los ancianos, es menor que en Europa. "Allá es casi 20% de la población, aquí es un 5%". A ello sumó que la desescalada del confinamiento debe tomar en cuenta "la dura realidad" de la mayoría de guatemaltecos, que necesitan trabajar, no tienen ahorros y viven en condiciones donde es difícil aplicar el distanciamiento.
Pero más allá de la reapertura, hay que trabajar en una reactivación económica. "Hay dos opciones: si el gobierno opta por un plan 'normal', con mayor acceso a crédito, alivios fiscales y política monetaria relajada, en 2021 tendremos un crecimiento del 3%, que es lo de siempre y por ende, insuficiente", explicó García Lara.
La otra opción sería un plan mucho más ambicioso de relanzamiento económico. "Tenemos una oportunidad de oro", afirmó el ex directivo de Banguat. A grandes rasgos, el plan de García Lara contemplaría:
- Reestructuración institucional del sistema de salud. "La pandemia puso en evidencia que no funciona", dice. Mejorar sus capacidades le dará confianza a la gente para salir, trabajar y consumir.
- Programas de protección social:
- Red eficiente de transferencias condicionadas de efectivo. Debe focalizarse y auditarse para aliviar a las familias más vulnerables.
- Seguro de desempleo. Es un estabilizador automático que incentiva la demanda agregada y genera paz social.
- Crear un Fondo de Reconstrucción Nacional, similar al que se gestó después del Terremoto de 1976. Se trataría de un "Vehículo de Propósito Especial", auditado, con gobernanza propia, para centralizar recursos.
- Apoyo directo a las empresas: mayor acceso al crédito para los empresarios con problemas de liquidez, apoyo para pymes y emprendimientos que muchas veces no son sujeto de financiación bancaria.
- Mejorar clima de negocios: Ley de Trabajo a Tiempo Parcial para regular la "nueva normalidad", ley de estabilidad jurídica de inversiones, reforma al código mercantil, reducción de licencias y permisos, simplificación de trámites.
- Otras reformas pendientes: Consultas comunitarias, ley de Servicio Civil, Compras y Contrataciones, Fortalecimiento de la Contraloría de Cuentas, Modernización del Ejecutivo.
Para García Lara, el presupuesto de 2021 es la herramienta clave para convertir esta recesión en un auténtico relanzamiento."Tenemos ahora un déficit del 6% del PIB, algo que no se ve en Guatemala. Estos niveles de déficit funcionan como la pasta de dientes: es fácil de sacar pero difícil de volver a meter. Quiere decir que nos tomará unos cuatro años volver a niveles 'normales' de déficit, del 2%. Es el momento para gastar y gastar bien: en infraestructura, en el sistema de salud, en todas esas grandes deficiencias sociales que la pandemia desnudó. Ya después debemos volver a la disciplina fiscal que nos permitió ahora este nivel de endeudamiento".
El ex jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria, Miguel Gutiérrez, comentó que de cara a la actual recesión, es importante notar que Estados Unidos parece estar recuperándose más rápido de lo esperado. "Crearon un paquete de 48% del PIB, 20% que viene de impresión de dinero por parte de la Reserva Federal y 28% de esfuerzo fiscal. Es lo que están haciendo los países serios que saben qué hacer". ¿Qué tendría que hacer Guatemala para asegurar una recuperación más rápida y mejor?
"Poner dinero en manos de la gente", asegura Gutiérrez. "Impulsar un incremento real de los medios de pago, para que haya liquidez en el sistema. Bajar la tasa líder drásticamente, a 1%, como hizo Estados Unidos".
Pero incluso este tipo de medidas podrían quedar en deuda para los guatemaltecos de a pie, pues se ha probado ya varias veces que la reducción en la tasa líder del Banguat no afecta las tasas de los créditos bancarios de las personas. Gutiérrez explica que esto se debe a que en Guatemala, a diferencia de países con economías más potentes, el ciudadano común no puede comprar títulos públicos: esas transacciones están reservadas para los bancos.
Para crear ese mercado de dinero, ¿qué haría falta? Según Gutiérrez bastaría una reforma legal sencilla, cuyo costo de implementación no supera el millón de dólares, pero que se ha detenido hasta ahora por falta de voluntad política. "¿Usted quiere cambiar Guatemala? Esa es una forma", afirmó.
Para el economista Paulo de León, director de la firma de consultoría CABI, el tiempo para los "paquetazos" de inyección de dinero ya pasó. "Aquí metimos 1.3% del PIB en apoyo directo a la gente. En Perú, en cambio, se inyectó 14% del PIB: el gobierno va a pagarle la luz y el agua a todos los peruanos con un consumo inferior al monto dispuesto. Ese era el estándar. Aquí vamos tarde para apoyar a la gente que se quedó sin ingreso, que ya tiene hambre", opinó.
¿Cómo se puede rescatar la situación ahora? "Hay que echarle gasolina al carro, con leyes se deberían haber aprobado hace tiempo", responde de León.
La receta de Paulo De León para reactivar la economía y evitar una recesión más larga y severa, incluye la siguiente agenda legislativa y estas decisiones:
- Ley deTrabajo Parcial: "más urgente que nunca", argumenta, por ejemplo, para asegurar la reapertura de restaurant, con empleos temporales, que son los únicos que podrán garantizar al inicio.
- Ley de Interés Preferencial para Vivienda: reactivará proyectos inmobiliarios y el mercado de bienes raíces de forma inmediata
- Ley de Infraestructura Vial: mejorará expectativas de forma inmediata, pero tardará de 18 a 25 meses en fomentar el crecimiento del empleo.
- Ley de Quiebras: "Muchos negocios buenos van a quebrar por problemas de liquidez", indica de León, esta reforma les permitiría reestructurarse y seguir operando.
- Desburocratización del país: facilitar trámites y permisos para las personas y negocios.
- Alivio fiscal: Alemania ya bajó IVA e ISR para incentivar su economía.
- Activar la Mina San Rafael: Se puede hacer inmediatamente, con lo cual "saltaría el PIB con solo apachar el switch de 'on'" y se inyectarían 600 millones de quetzales al año a las arcas del Estado.