Ves un tonel o una cubeta, ¿para que sirven? Se te ocurren varios usos, estos chicos hicieron de estos recipientes verdaderos instrumentos musicales.
“Esta idea inició en 2011 cuando pude viajar a Ecuador a la Convención Internacional de Educadores Musicales donde recibí un taller de música corporal y de ahí empezó la idea de implementar este proyecto en el colegio”, cuenta Gerbert Escobar, docente de arte y música del colegio Solalto de Fraijanes.
Al entrar en el salón donde están los instrumentos musicales, impacta observar los toneles, los botes, botellas y baquetas diseñadas a base de palos de escoba que se mezclan con un piano, guitarras, batería y las marimbas.
El primer grupo de chicos del Stomp buscó sus baquetas, se posicionó frente a los toneles y a la cuenta de “1, 2, 3, 4” y dos baquetazos interpretaron música por medio de la percusión.
“Gracias al apoyo que hemos tenido en el colegio, hemos podido implementar esta parte del Stomp a música con instrumentos no convencionales que requiere un trabajo en equipo y que permite el desarrollo de la creatividad de los alumnos”, resalta el maestro.
Grandes resultados
Cuando el profesor Escobar empezó a promover el proyecto, había muchas dudas por parte de los padres pues lo consideraban algo poco conocido, pero al ver los primeros resultados todo cambió y eran los más entusiasmados.
“El proyecto encaja a profesores, padres y alumnos pues es un trabajo en conjunto que se desarrolla en casa y en el colegio. Al principio pensaban que era mucho ruido y que no se trataba de música, pero al ver el resultado han cambiado su idea, es un talento que tienen sus hijos que probablemente no sabían que tenían”, agrega el maestro.
Reconocimiento
Debido al éxito de esta propuesta musical y académico, el maestro Gerbert Escobar fue reconocido en el programa Maestro 100 Puntos con el proyecto de instrumentos no convencionales bajo el nombre de Stomp.
En 2017, el conjunto participó en el Foro Latinoamericano de Educadores Musicales en Sololá donde los alumnos impartieron talleres a otros maestros que buscan nuevas ideas para implementar en sus centros educativos.
Este no es el primer centro educativo que cuenta con esta idea en Guatemala, pero Escobar resalta que el programa que se maneja en el colegio Solalto trata de involucrar a todos los alumnos del colegio, desde el más pequeño hasta los que están por dejar la primaria.
Experiencias
Miguel Andrés Juárez, tiene 12 años y desde que ingresó al colegio, se unió al grupo junto a otros de sus compañeros.
Raúl Samayoa, de quinto grado se divierte cada vez que realizan una presentación musical.
“Siento que me hace estallar de felicidad porque la música a mí me interesa mucho y más compartirla con mis amigos. Yo empecé desde el primer grado, es como mi familia”, dice el chico de 13 años a cargo de interpretar el botellófono.
Por su lado, Eduardo Antonio Sandoval, de sexto grado, cuenta que este proyecto le ha servido mucho para convivir con un grupo de personas.
“Una de las cosas que más me gusta es cuando vamos a los talleres a demostrar lo que hacemos porque me siento orgulloso que más gente esté interesada en nosotros. Llevo tres años en el grupo y sé que será difícil cuando deje el colegio, pero lo practicaré”, asegura el estudiante.
¿Qué es Stomp?
Esta es la explicación más sencilla de que es Stomp: “es un tipo de tema musical, con ritmo rápido, cuyo compás se acentúa golpeando el suelo con el pie. Fue muy popular en el jazz tradicional y en la época del Swing”.
Sin embargo, los estudiantes del colegio Solalto lo implementaron con toneles, botes, botellas y ollas.
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