Se trata de la casa que Maradona le regaló a sus padres en la década de los 80, con el fruto de las maravillas que hizo con los botines en la cancha.
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EN CONTEXTO: Diego Armando Maradona falleció
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Desde la muerte de los padres de Diego Maradona, el inmueble quedó al cuidado de sus hermanas, pero la Justicia determinó que le corresponde a los herederos del astro.
Si bien la vivienda, ubicada en Villa Devoto, uno de los 48 barrios de la Capital Federal de Buenos Aires en Argentina, estaba a nombre de sus padres, Doña Tota y Don Chitoro, la progenitora de Diego le pidió que la pusiera a su nombre, razón por la que legalmente debe quedar a los herederos.
Después del domingo de Resurrección, Davo, hijo de Ana, hermana de Maradona, supervisó la mudanza de los últimos objetos.
Algunos de esos momentos fueron capturados por el sitio Farándula Show como lo fue cuando sacaron en una grúa el vehículo de Don Chitoro, un Fiat Palio que no se había arrancado en casi una década.
¿Qué secretos esconde la casa?
Fue el hogar de doña Tota y de Chitoro por muchos años. Allí estaba aquel balcón tácito, desde donde el jugador se asomó para saludar a los vecinos que se acercaron a vitorearlo después de la épica en el Mundial 86.
En 2014, la casa sufrió un incendio y entre los objetos perdidos está el Balón de Oro honorífico que France Football le había entregado al "10" en 1995. Pesaba más de 7 kilogramos, bañado en oro.
Otro de los objetos preciados del astro era una Virgen que descansaba en una pequeña ermita que acompañó al "Pelusa" durante su estancia en Nápoles, Italia.
Pero no se sabe qué pasó con la imagen, dado que al momento de la mudanza ya no estaba.
Algunos otros recuerdos de valor tanto sentimental como económico se perdieron, tal el caso de una mesa de comedor que fue testigo de momentos emblemáticos de la vida del icono de fútbol.
Grandes recuerdos
En esa casa, también, se llevó a cabo una de las primeras comidas de Maradona con Diego junior, una vez que lo acogió como parte de su familia.
Testigos apuntan que disfrutaron de una sobremesa amena, que el astro se mostró cariñoso, pero que cuando el joven napolitano contó que le había convertido un gol a la Juventus, Maradona replicó, con su habitual ironía, “cuando le hagas un gol a la Juve como el que le hice de tiro libre, hablamos, ja”.
“Me da mucha tristeza, tengo muchos recuerdos, hermosos recuerdos. Mi deseo es que sea bien aprovechado. ¿Un museo? No sabría decir qué destino me gustaría que le den a la casa”, dijo un sobrino de Diego.
