Si tienes un anillo que ya no te gusta, pero quieres darle un nuevo significado y estilo que se acople más a ti, confíalo a Isabel Pérez, una apasionada del manejo de los metales.
Jade, cuarzo volcánico, perlas, piritas de Joyabaj y otras piedras semipreciosas inspiran a esta guatemalteca dedicada a elaborar joyas personalizadas hechas a mano en su pequeño emprendimiento: Nakbé.
También trabaja con rarezas que obtiene en sus paseos por bosques, playas y volcanes, poniendo atención a su entorno.
“Siempre tuve una fascinación por las piedras y me dedicaba a recolectarlas”, cuenta a Soy502.
Para Isabel todo proceso debe ser remunerado con su valor real: “El material que trabajo lo obtengo por medio de comercio justo, el jade lo consigo con lapidarios locales, tenemos muy buena relación”, afirma.
El oro también es reciclado pues viene de piezas que compra a personas que por alguna razón ya no desean conservarlas.
Otra manera de aprovechar recursos es transformando joyas valiosas cuyo estilo ya no es atractivo para las personas que la buscan y solicitan diseños que se ajusten a su personalidad.
Por el camino
Una visita al sitio arqueológico El Mirador inspiró a Isabel para dar nombre a su emprendimiento.
“Durante mi primer año de universidad tuve una hermosa experiencia: fui a Nakbé, una ciudad maya en la Cuenca El Mirador, Petén. Recuerdo que caminamos más de seis horas para llegar; su significado es 'por el camino', y esto quedó grabado en mi memoria”, cuenta.
“Hay vestigios que afirman que este fue un sitio de artesanos, ahí vimos un jaguar que pasó muy cerca de nosotros, fue como una gran revelación, me dije que si tenía una hija la llamaría Nakbé y esta pasión es mi hija”, recalcó.
Luego de 3 horas a la semana aprendiendo de lapidarios y orfebres, y tras reunir lo suficiente para hacer realidad su negocio, Isabel viajó a Estados Unidos a una reconocida feria de joyería en Tucson Arizona para conocer más acerca de este fascinante mundo.
“No ha sido fácil, Guatemala no cuenta con escuelas de joyería, pero aprendí de grandes maestros, fue un reto lleno de magia, la vida ha puesto en mi camino a personas maravillosas y gracias a ello nació este taller”.
Desde hace un año, con sus manos convierte el oro y la plata en finos accesorios que expresan sentimientos que pronto serán heredados de generación en generación.
El estilo de Nakbé se centra en la belleza de las piedras en su estado natural y rústico, rocas cuya apariencia peculiar toma millones de años en formarse y que no son intervenidas. Por ello las piezas no se repiten y cada una tiene su característica única.
Isabel considera que Nakbé ha crecido como una hermosa comunidad, “siempre surge un vínculo con las personas que obtienen una pieza. Al inicio trabajé para mi familia y amigos, luego, quienes se acercaban a mí a través de gente que conozco, y de boca en boca”.
Para ordenar una pieza de Nakbé puedes enviar un mensaje directo a la cuenta oficial de Instagram y Facebook y conversar con la diseñadora para que juntos creen la pieza perfecta para ti.
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